La gran variedad de regiones vinícolas representadas, superando la veintena, y la inclusión de varietales de producción reducida pero de excelente calidad, aspectos a destacar en la Edición 2018.
El pasado 16 de Febrero se celebró en la Escuela Española de Cata de Madrid la sesión de cata final de los II Premios Pequeñas DO’s 2018. Este joven certamen, que estrena en esta convocatoria su reconocimiento por parte de la Asociación Española de Concursos de Bebidas (Aseconbe), ha apostado de nuevo por reconocer y premiar los mejores vinos elaborados en las pequeñas regiones productoras nacionales, apoyando así la difusión de su calidad y fomentando la producción vinícola más allá de las grandes Denominaciones de Origen. Estos Premios continúan siendo el escaparate ideal para las más de 1.000 bodegas adscritas a las 59 pequeñas regiones vitivinícolas, distribuidas entre 32 provincias y 15 Comunidades Autónomas, con una producción limitada pero que sin duda pueden competir en términos de calidad con regiones productoras mucho mayores.
Participaron en la edición 2018 del Concurso casi un centenar de muestras, procedentes de 22 pequeñas regiones productoras diferentes, cubriendo la práctica totalidad de las Comunidades Autónomas que cuentan en su territorio con al menos una de estas pequeñas Denominaciones de Origen Protegidas. La calidad de los vinos participantes también es una cuestión a resaltar especialmente, pues se concedieron un total de 37 distinciones, distribuidas entre 17 medallas de Oro, 11 medallas de Plata y 9 menciones de honor, otorgadas éstas últimas a vinos que obtuvieron una muy alta valoración pero no pudieron optar al premio por fijar el Reglamento del Concurso un máximo de galardones en función del número de muestras participantes.
El Jurado del Concurso, integrado por expertos en análisis sensorial de vinos entre los que se encontraban un selecto grupo de directores técnicos de Consejos Reguladores de Denominaciones de Origen, periodistas especializados, catadores, enólogos y sumilleres, valoró y premió las muestras recibidas, concediendo sus distinciones especiales a aquellos vinos que consideraron altamente destacados entre los producidos en estas pequeñas Denominaciones de Origen. Cabe remarcar el buen papel jugado en el certamen por los vinos procedentes de la DO Ribera del Júcar, región productora que engloba la zona sur de la provincia de Cuenca. Esta Denominación de Origen manchega acaparó un total de 9 premios, con medallas de Oro para el blanco Casa Gualda Verdejo de Bodegas Casa Gualda, los tintos jóvenes Casa Gualda Tempranillo de Bodegas Casa Gualda y Teatinos Tempranillo 2017 de Teatinos, y los tintos con más de 12 meses de crianza Finca Perón de Ícala Bodegas y Viñedos y Teatinos Tempranillo 2014 de Teatinos, medalla de Plata para el tinto joven Casa Gualda Bobal de Bodegas Casa Gualda, y menciones de honor para el tinto joven Teatinos Syrah de Teatinos, el tinto con hasta 12 meses de crianza Otro de Otro de Bodegas y Viñedos El Soleado, y el tinto con crianza de más de 12 meses Equitez Reserva, también elaborado por Bodegas y Viñedos El Soleado.
Otra de las regiones que dispuso de una nutrida representación en el medallero del certamen fue la mallorquina Pla i Llevant, con la bodega Vins Miquel Gelabert como absoluta triunfadora en la demarcación. No obstante, 6 de sus vinos lograron alzarse con premios, como las medallas de Oro para los blancos con crianza Son Moix Blanc y Chardonnay Roure y el tinto con más de 12 meses de crianza Autócton, la medalla de Plata para el tinto con más de un año de barrica Gran Vinya Son Caules, y las menciones de honor para el blanco con crianza Chardonnay Roure Selección Especial y el tinto con crianza de más de 12 meses Torrent Negre Selecció Privada-Cabernet.
Muy destacable fue también la participación de los txacolís vascos en la categoría de vinos blancos jóvenes, con galardones para bodegas procedentes de las tres Denominaciones de Origen que producen esta variedad de vino (Álava, Bizkaia y Getaria). Así, resultaron premiados los txacolís elaborados por bodegas como Bodega K5, Gollaenea Cup, Itsasmendi o Emilio Ostolaza Agerre. Completaron el medallero en esta categoría vinos procedentes de las DO’s Lanzarote, Valle de Güímar, Ribeira Sacra, Pago Casa del Blanco y Manchuela, con medallas de Oro para La Geria Malvasía Volcánica Seco de Bodega La Geria, Viña Herzas de Miguel Ángel Hernández, Almalarga de Bodega Pena das Donas, Pilas Bonas de Pago Casa del Blanco, y Capricho Di Vino Azul de Pagos de Familia Vega Tolosa.
Por último, otras regiones que cosecharon un considerable número de reconocimientos fueron Uclés, Manchuela y Pago de Otazu. Así, el Vino de Pago navarro logró una mención de honor en la categoría de blancos con crianza para el Pago de Otazu Chardonnay con Crianza, y una medalla de Oro en la categoría de tintos con más de 12 meses de crianza para el Bodega Otazu Altar, ambos de Bodega Otazu. La Denominación de Origen conquense vio premiados sus vinos elaborados todos ellos por Bodegas Soledad, con una medalla de Oro en la categoría de tintos jóvenes para el Solmayor Tinto Joven, y medallas de Plata para el Solmayor Joven Roble en la categoría de tintos con hasta 12 meses de crianza y para el Bisiesto Tempranillo Crianza en la sección de tintos con más de un año de barrica. La Denominación de Origen Manchuela obtuvo galardones para vinos producidos por Bodegas y Viñedos Moratalla y Pagos de Familia Vega Tolosa, con una medalla de Plata para el rosado Viña Virginia Bobal Rosé y una medalla de Oro para el tinto con más de 12 meses de crianza Bobal Icon, respectivamente.
Completaron el medallero, representando a regiones productoras como Ribeira Sacra, Islas Canarias, Tierra de León, Bullas o Lebrija, el tinto joven Condado de Sequeiras Mencía Vino Joven de Grupo Peago con una medalla de Plata, los tintos con crianza de hasta 12 meses Capote Tinto de Bodegas Balcón de La Laguna y Julio Crespo Tinto de Viñedos y Bodegas Julio Crespo con sendas medallas de Plata, el tinto con más de 12 meses en barrica Las Reñas Selección de Nuestra Señora del Rosario con mención de honor, y el vino generoso Lebrija Old 1986 González Palacios de Bodegas González Palacios con una medalla de Oro.
Estos resultados muestran que numerosas pequeñas regiones productoras están en condiciones de competir en igualdad de condiciones con regiones más asentadas y extendidas en el mercado, pues la calidad de sus vinos no tiene nada que envidiar a aquéllos procedentes de grandes Denominaciones de Origen. Además, de esta manera se reconoce la encomiable labor que realizan los productores de estas zonas, recuperando en muchos casos con su trabajo varietales de uva locales y autóctonos que se encontraban en serio riesgo de desaparición.
Los vinos galardonados en los Premios Pequeñas DO’s 2018 no sólo podrán lucir las credenciales que los distinguirán como excelentes vinos elaborados en pequeñas regiones productoras. También se beneficiarán de la difusión de los resultados del Concurso gracias a la participación del mismo en Aseconbe, garantizando así que la información acerca de la excelencia de los vinos premiados alcance a un importante número de profesionales del sector y medios de comunicación especializados. Además, podrán aprovechar las distintas acciones que Pequeñas DO’s programará para su promoción, tales como catas, presentaciones y campañas de comunicación, encaminadas todas ellas a incrementar su visibilidad en el mercado y captar la atención de comerciantes y consumidores potenciales.
Como ejemplo, la primera de estas acciones tuvo lugar el mismo 16 de Febrero, cuando un nutrido número de aficionados pudo disfrutar en una VinoQuedada de una cata libre y a etiqueta descubierta de los vinos participantes en esta edición. La convocatoria de esta acción fue un rotundo éxito, completándose totalmente el aforo ofrecido en muy pocos días, señal del creciente interés de los apasionados al vino por descubrir lo que pueden ofrecer las pequeñas regiones vinícolas nacionales. Los presentes dieron buena cuenta de los vinos participantes, interesándose por las distintas variedades de uvas, estilos y procedencias ofertados, comprobando de primera mano que se producen vinos de altísima calidad en las pequeñas regiones más allá de las Denominaciones de Origen más populares y consolidadas.
