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El Zorzal: Taberna Bistró de altos vuelos en Madrid

Iván Sáez vuelve a su esencia más tradicional, la que le inspira a cada paso, con esta recién estrenada ‘taberna – bistró’, sencilla, divertida y gastronómica. Junto a él, Ernesto Muñoz, su mano derecha en los fogones desde hace años. Como siempre, su carta genuinamente casera apetece y mucho. Recupera algunos de sus clásicos añorados: croquetas, buñuelos, ensaladilla, cocas… para continuar a fuego lento con chipirones, callos o rabo de toro. Los postres, de toda la vida, son el final perfecto. 

Taberna, bistró, cantina, mesón, restaurante… da igual el nombre que le pongamos delante o detrás a El Zorzal (Santa Clara, 10. Madrid. Tel. 91 201 73 91. www.tabernaelzorzal.com) porque este local tiene lo mejor de todos ellos… Es el nuevo proyecto del reconocido chef Iván Sáez; y sí, es también un guiño al restaurante que le trajo de nuevo a Madrid y que enamoró paladares durante años, el extinguido Zorzal. Ahora Iván llega al centro de Madrid con el ‘hermano pequeño’ de Desencaja y esas elaboraciones de toda la vida que tanto gustan.

Y es que la cocina tradicional es para Sáez fuente de inspiración, la base de todos sus platos a los que añade su toque personal. Junto a él en esta aventura está Ernesto Muñoz, su mano derecha desde hace casi 15 años, y ahora también socio. Así, a cuatro manos, proponen una carta apetecible con recetas de siempre que han evolucionado con ellos y que tienen numerosos adeptos: Buñuelos en tempura de bacalao -imprescindibles-, Croquetas artesanales de jamón, Ensaladilla rusa con bonito elaborado en casa, Coca de sardinas… Un ‘picoteo’ que da paso a entrantes como el Huevo frito de corral -puntilla incluida-, espuma de patata y trufa o Tomatito de mata relleno de sepia y crema de Idiazábal. Del mar ofrecen ‘Lo que traiga la marea’ y unos Chipirones en su tinta deliciosos con mucho fuego lento, como el que tiene su ya más que conocido y siempre apetecible Rabo de toro deshuesado con verduras o el sofisticado Pichón de Bresse que se cuela en la carta. No se olvidan de platos de Madrid con tanta enjundia como el Pollo de corral en salsa pepitoria o los Callos.

¿Aún queda sitio para el postre? Porque aquí siempre hay que dejarle hueco como a su Tarta de manzana hecha en casa y helado de café o a su famosa Torrija brioche… De casi todos los platos se pueden pedir medias raciones y aún así la elección será complicada, por lo que su Menú Degustación (aperitivo, 2 entrantes, carne, pescado y postre, todo ello a elección del chef y basado en platos de la carta, por 32 €) será perfecto para descubrir la esencia de El Zorzal. Otra opción para hincarle el diente y enamorarse es el Menú del día (primero, segundo, postre, pan y bebida por 15 €) con propuestas como Crema fría de bogavante, Secreto ibérico marinado, asado a la parrilla, cremoso de hinojo ahumado y patatas risoladas o Flan de queso con helado de Baileys. La bodega, variada y bien seleccionada, para todos los bolsillos. Y es que este ‘pájaro’ que acaba de echar a volar está llamado a convertirse en todo un referente y punto clave para cuando se está por el centro, de paseo por la Plaza Mayor o de camino al Teatro Real.

Más allá de en lo culinario, Iván y Ernesto han cuidado cada detalle y El Zorzal tiene una decoración diferente y única, 100% personalizada. Empezando por la espectacular cabeza dorada de zorzal que preside el salón principal y siguiendo por las paredes, unas con dibujos que recrean una taberna medieval, otras de ladrillo visto o incluso de taburetes de mimbre –sí, de los de sentarse a modo decorativo- y mantienen además unos preciosos azulejos con 130 años de historia del antiguo local. Pero quizás lo más llamativo sean sus lámparas: grandes platos invertidos de los que penden las luces. Todo esto en dos pequeños pero muy acogedores salones y una barra en la que se puede tomar un vino con su correspondiente aperitivo.

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