El Salón Real de la Madrileña Casa de la Panadería acogió la entrega del Grand Prix de l’Art de la Salle a Abel Valverde, director de sala del restaurante madrileño Santceloni. La Academia Internacional de Gastronomía (AIG) reconoce así la profesionalidad, discreción y cordialidad de Valverde que le hacen merecedor de un premio que en nuestro país solo ha conseguido el maestro Juli Soler en 2008. En la imagen, el ganador, flanqueado por Luis Cueto, coordinador general de la Alcaldía de Madrid, y Rafael Anson, presidente fundador de la AIG.
El acto estuvo presidido por Luis Cueto, Coordinador General de la Alcaldía de Madrid, al que acompañó Rafael Ansón, presidente fundador y presidente de Honor de la AIG. Además, contó con la presencia de Sevi Avigdor, presidente de la Academia de Gastronomía de Estados Unidos y miembro del Consejo de Administración de la AIG, de Luis Suárez de Lezo, presidente de la Academia Madrileña de Gastronomía junto a varios de sus Académicos, miembros de la Real Academia de Gastronomía, de su Asociación de Amigos y el equipo de Abel Valverde al completo.
Rafael Ansón, agradeció a Luis Cueto, su acogida “en este lugar emblemático, que es La Casa de la Panadería” y afirmó que “este Premio plasma la evolución de la gastronomía española. Un Director de Sala es mucho más que un señor que toma la comanda, es quizás el principal responsable de que el cliente cuando se vaya más feliz que cuando llegó. Es el director de orquesta que sincroniza los diferentes elementos que intervienen en algo tan importante como disfrutar cuando uno va a comer a un restaurante. Y Abel encarna todas las virtudes que hacen posible esta felicidad”.
Por su parte, Abel Valverde agradeció el Premio asegurando vivir “un momento de emoción máxima que me hace recordar cuando con 24 años Santi Santamaría me propuso venir a Madrid para abrir Santceloni”. Dedicó el premio a su mentor, a su familia y compañeros, recordando a su “gran equipo sin el cual nada de esto sería posible”. Reivindicó su profesión asegurando que “está por venir una revolución en la sala. Ha llegado el momento de crear referentes que sirvan de ejemplo y motivación. Es precioso dedicarse al ‘Art de la Salle’, a atender al cliente. Mi compromiso es ayudar a dignificar esta profesión”.
Luis Cueto escenificó el compromiso del consistorio con la restauración madrileña, asegurando que “Este Premio pone el valor el trabajo bien hecho en nuestra ciudad, en este caso el de Abel Valverde en Santceloni. La AIG hace muy bien en reconocer el trabajo de los que hacéis de puente entre la cocina y el cliente, y que convertís el talento en un oficio”. Y recordó que “Madrid cuenta con una oferta gastronómica y unos productos excelentes, de los que disfrutan los más de 10 millones de turistas que nos visitan anualmente”.
Los galardones de la Academia Internacional de Gastronomía reconocen anualmente a personalidades e instituciones que trabajan activamente en favor de la gastronomía y la alimentación.