Este restaurante oriental lleva 5 años conquistando a los madrileños con platos del país nipón, protagonistas de una carta en la que también hay recetas clásicas chinas y algunas más de Asia, pero todo tiene un porqué…Yuanjie Chen, al frente del negocio, creció entre fogones y el cariño y la nostalgia hicieron que cambiara las finanzas por la chaquetilla; ahora está en la sala, cuidando cada detalle para que todo sea perfecto.
Mutsu (Plaza República del Ecuador, 2. Madrid. Tel. 91 345 95 93. www.mutsumadrid.es) es puro sentimiento. Empezando por el nombre, que por un lado es una región de Japón –porque su cocina es nipona- y por otro su pronunciación recuerda al mutxu con el que se besan los vascos; y siguiendo por su historia, ya que durante años fue un reconocido restaurante chino de la capital que cerró sus puertas al jubilarse sus propietarios. Chen no podía ver que ese local regentado por sus padres y en el que ella había crecido fuese a desaparecer, así que dejó las finanzas, redecoró el espacio, cambió la carta adaptándola a sus vivencias, se hizo con los mejores cocineros y así nació Mutsu hace 5 años.
Sentarse en una de sus mesas sigue siendo tan apetecible como el primer día porque su carta japonesa es una explosión de sabores para el paladar… Junto a ella, una selección de recetas clásicas de China, las favoritas de la clientela de antaño, con algún guiño a Tailandia y a la cocina chifa que tanto le gustan a Chen. Y es que ella cuida cada pequeño detalle y siempre está atenta para que cada visita sea perfecta.
En la propuesta japonesa de Mutsu, la primera que nos encontramos al leer la carta, destacan el Tartar de atún rojo sobre cama de aguacate, el Carpaccio de lubina con ponzu y láminas de daikon, el Nigiri de pez mantequilla con trufa, miso caliente y tobiko, el Dinamita Roll o el Dragon Roll: salmón, aguacate y queso, cubierto con anguila ahumada y teriyaki… De los entrantes calientes, Chen se queda con las Gyozas de carne y verduras y llaman la atención las Patatas bravas al estilo japo. Entre las ‘Sopas y fideos’ dos ramen deliciosos como el Shoyu Ramen -panceta a baja temperatura, verduras, huevo y caldo de huesos- del que ya solo su aroma emana tradición. Hasta Tailandia nos lleva su Pad Thai; y el Arroz Chalafan es el guiño chifa de la carta.
Todos los platos principales que sirven son chinos como el Pato laqueado, la Lubina al vapor o el Sichuan Beef entre otros muchos. Los postres de Mutsu son caseros y ‘occidentales’ en su mayoría, como la Tarta de queso o el Brownie con helado de vainilla, aunque no falta el mítico Helado en tempura flambeado, el Plátano frito con miel y nata o un rico Té blanco Baimutang. Para acompañar la comida disponen de una buena carta de vinos a precios muy comedidos.
En cuanto a la decoración, unos enormes cuadros de geishas presiden la sala llenando de armonía el espacio, y junto a ellos, otros tres en acero grabado que cuanto más se miran, más enamoran. Aportan calidez las paredes de ladrillo, que contrastan con las pintadas en negro; las mesas de madera, muchas de ellas redondas, están bien distanciadas y las cómodas sillas de diseño invitan a la calma y el disfrute… aunque si se va con prisa, su preciosa barra es perfecta para un picoteo más rápido e informal contemplando en directo al sushiman y su trabajo con las excelentes materias primas que se utilizan.
