Apenas se ha cumplido un año, desde que este asador contemporáneo decidiera abrir sus puertas para ofrecer al público las mejores carnes del mundo y ya es todo un referente. Un espectáculo gastronómico para los más devotos de la carne que no puede disfrutarse en ningún otro establecimiento de la capital. Las carnes de la Bodega El Capricho, en Jiménez de Jamuz (León) están consideradas a nivel mundial por encima de cualquier otra, incluso por los expertos gastrónomos de publicaciones extranjeras como The Guardian o The Times. Su fama es internacional y es que este exclusivo producto se trata con mimo y dedicación desde el origen.
Lograr una carne tierna, jugosa, de un sabor y aroma inigualable, como la que puede degustarse en Rocacho, no es una simple cuestión de recetas, es una tarea que comienza con la selección de los mejores animales. José Gordón, artífice de toda este proyecto, los localiza personalmente, aunque para ello tenga que traspasar varias fronteras: “Me quedo con los animales viejos de trabajo que han sido sometidos a duras labores de tiro y tengan un peso considerable. Hablo de hasta 1.600 kilos”.
Pero esto no es más que el principio, luego vendrán años, hasta tres o cuatro, en ocasiones, de controlada alimentación y cuidados, para lograr el animal perfecto y conseguir la infiltración de grasa necesaria para que la carne se deshaga en la boca.
Controlar los distintos cortes de la carne y el grado de maduración de cada pieza, también son factores decisivos para conseguir este grado de excelencia. La maduración lenta de la carne de El Capricho, permite buscar el momento óptimo para ofrecerla al cliente y conseguir un resultado excepcional, obteniendo un sabor, una textura y un aroma completamente únicos que cambian en función de los días de maduración.
Este meticuloso proceso termina en Rocacho, donde a su vez comienza una verdadera aventura gastronómica. Una experiencia diferente para degustar con los 5 sentidos, en el entorno más agradable donde se cuida hasta el último detalle.
Chuleta de buey (previa petición), chuleta de vaca de trabajo (90 ó 40 días de maduración), lomo de vaca de trabajo (90 días de maduración) o tuétano de buey, son algunos de los productos protagonistas de la carta de Rocacho. Productos de lujo que siempre se presentan al cliente antes de cocinarlo sobre las brasas de encina, elemento imprescindible de este local contemporáneo con alma de asador tradicional que ya se ha convertido en un auténtico templo de la carne en Madrid.
DE LA ROCA Y LA BRASA…
Desde su inauguración en Agosto de 2017, Rocacho (Calle Padre Damián, 38, tel. 91 421 97 70, Madrid), se ha convertido en una propuesta diferente para los amantes de la cocina tradicional, basada en el producto de temporada de la más alta calidad.
Inspirado en la fuerza de la piedra en estado puro, Rocacho ofrece una propuesta gastronómica auténtica y tradicional “con una vuelta a los sabores de verdad”, como lo definen sus propietarios, basada en el producto de temporada de altísima calidad: con carnes, pescados, arroces…
La brasa y la leña constituyen elementos indispensables en la cocina de Rocacho, convirtiendo las mejores carnes, pescados y arroces es una experiencia gastronómica totalmente renovada.
Rocacho cuenta con una carta de vinos con más de 50 referencias procedentes de los mejores viñedos del mundo, que recoge desde las principales Denominaciones de Origen españolas hasta los más inesperados caldos del nuevo mundo.