Jumilla se extiende en un paraje único en España para el cultivo de la vid, y más concretamente de su variedad autóctona, la Monastrell.
Texto y fotos: DOP Jumilla
Es el denominado Altiplano Levantino, un territorio de transición entre la llanura manchega y las suaves tierras mediterráneas del Levante que comprende territorios de notable altitud, extendiéndose las plantaciones de viñedo desde los 320 metros de los valles a los 900 en las zonas más altas, a las faldas de las sierras del Buey, del Carche, Santa Ana, la Sierra Larga, la del Molar y la Cingla, entre otras.
Es en esta zona del Altiplano murciano y el sureste de la provincia de Albacete donde se reúnen los siete municipios que integran la Denominación de Origen Protegida Jumilla: la localidad del mismo nombre, Montealegre del Castillo, Fuenteálamo, Ontur, Hellín, Albatana y Tobarra.
Una distribución geográfica peculiar que se debe a que la Denominación de Origen es una de las más antiguas del país, creada oficialmente en 1966, cuando no existía la España de las Comunidades Autónomas, y Murcia y Albacete eran una misma región.
Una característica clave solo compartida con la DOCa Rioja y DO Cava, que pone de manifiesto la estrecha relación entre las comarcas que conforman la DO Jumilla, sus viticultores, bodegas y cooperativas, haciendo que ésta se erija como una comarca natural que no atiende a los fronteras administrativas artificiales, siempre gracias al trabajo y esfuerzo común de todos los que la integran.
La Ruta del Vino
Destaca especialmente el hecho de que Jumilla es sede de tres Denominaciones de Origen: la del vino, la de la Pera de Jumilla y la del Queso de Murcia y Queso de Murcia al Vino, además de la Asociación de Criadores de Cabra de raza Murciano-granadina (Acrimur), base de dos platos típicos de la zona, el queso frito con tomate y las chuleticas de cabrito lechal.
Lo mejor de la cocina y de los vinos jumillanos se puede descubrir durante las Jornadas Gastronómicas que la Ruta del Vino de Jumilla organiza cada mes de noviembre, y que este año contará su edición número trece.
Degustaciones especiales, catas, sorteos, rutas en 4×4, enoturismo y mucho más tienen cabida en las Jornadas Gastronómicas de la Ruta del Vino de Jumilla. Durante los fines de semana de noviembre, los restaurantes participantes ofrecen la oportunidad al visitante de disfrutar de menús especiales a precios cerrados que suelen rondar los 30 euros, acompañados de vinos de la DO Jumilla.
Estos restaurantes ofrecen, además, el menú tapeo por 15 euros (5 tapas y 3 vinos) y hay otras ofertas en establecimientos de la zona. Además, y también con motivo de estas jornadas, las almazaras ofrecen visitas guiadas con degustación.
Día Europeo del Enoturismo
La celebración del Día Europeo del Enoturismo, que este año tiene lugar el próximo 11 de noviembre, con visitas gratuitas a las bodegas, otras por el casco antiguo de Jumilla, y puertas abiertas en el castillo y los museos municipales, es el eje de esta programación que cada año cuenta con una multitudinaria asistencia.
Música entre Vinos es uno de los programas más destacados de cuantos organiza la Asociación Ruta del Vino de Jumilla a lo largo del año, entre los meses de mayo y agosto.
Actuaciones musicales, visitas a las bodegas participantes, catas de sus vinos y una cena maridada al detalle, hacen de éste un evento multitudinario que agota sus entradas a los pocos días de presentar su programación.
Un logro de la Ruta del Vino de Jumilla, uno más de los éxitos que avalan su funcionamiento hasta registrar cifras como las de 2017 con un total de visitantes a nivel general de 40.000 personas, con un crecimiento del 36%, siendo la tercera que más ha crecido de las 27 rutas del vino españolas.
Y es que la DO Jumilla tiene unas condiciones extremas de clima, variedad de altitudes y de suelos calizos y variedades autóctonas (Monastrell), que determinan su paisaje, su viticultura, sus vinos, y también sus cultivos, sus atractivos y hasta el carácter de sus gentes, trabajadoras y generosas con quienes les visitan.
Calendario de Fiestas Locales
Basta con aprovechar el calendario de fiestas locales; con anotaciones tan recomendables como la Semana Santa de Jumilla, Hellín y Tobarra; la Fiestas de la Vendimia de Jumilla en agosto, o las fiestas patronales de todos los municipios, para comprobar que este se encuentra llamado a convertirse en un destino recurrente para quienes gustan de la combinación de historia, tradición, naturaleza y gastronomía.
Todo ello sin olvidar la oportunidad de conocer el Patrimonio Histórico, Cultural y Natural que las poblaciones ofrecen, avalado por conjuntos Histórico-Artísticos, monumentos nacionales, parques naturales, fiestas de Interés Turístico Nacional y Regional, pinturas rupestres Patrimonio de la Humanidad, huellas fósiles de Animales Prehistóricos Patrimonio de la Humanidad, yacimientos arqueológicos y un largo etcétera.