El pasado 26 de noviembre, Alvaro Garrido, chef del restaurante Mina de Bilbao (una estrella Michelín, situado al lado del Mercado de la Ribera) deslumbró en el espacio madrileño Supperclub de Sergio Pérez, con un pop-up para 24 comensales en dos sesiones (mediodía y noche), donde cautivó con su cocina cocina de producto, sabor y contrastes. En la imagen, pastrami de ventresca de cimarrón del Golfo de Bizkaia con curry de hierbas. Una gran receta.
El menú, de diez platos, fue el mismo que se puede disfrutar en el restaurante de Bilbao: ostra con ginebr
a y cítricos; queso de oveja Cara Negra con avellas y caviar de baerii; Mejillón con tomate picante, coco y citronella; sopa de txangurro con yema en salmuera, tapioca y escamas crujientes (espectacular); requesón marino con jugo de champiñones y piel de pollo crujiente; pastrami de ventresca de cimarrón del Golfo de Bizkaia con curry de hierbas y limón picante; tuétano ligero en caldo de garbanzos con angula de monte y patata especiada; y escabeche de conejo de monte con cigala y foie cocido en agua de mar. Como postres, tamarindo con perrins y toffee; y vinagre de arroz negro con chocolate de frutos rojos.
Todo ello regado con singulares Txacolís de Bizkaia: Itsasmendi nº 7 de 2015, Artizar 2013, Eclipse 2015 y Urezti 2014.
Una cocina que parte de la proximidad y del terruño para convertirse en universal, puesto que adapta técnica y procesos procedentes de otras culturas culinarias y en la que el producto cercano se dota de personalidad con resultado tan armónicos como equilibrados y sorprendentes. Cocina de sabores intensos bien ensamblados que no deja indiferente.