El “benjamín” de la casa ocupa un acogedor espacio contiguo a Rubaiyat, en la calle Juan Hurtado de Mendoza de Madrid, con una agradable terraza para todo el año y una cocina informal, a un precio medio de 25 euros, que versiona clásicos del restaurante, junto a otros novedosos platos pensados para compartir.
Rubaiyat Madrid ha reabierto su Baby Grill Rubaiyat, un pequeño restaurante informal en el que degustar la excelente cocina de su hermano mayor en formatos más asequibles.
El espacio, a modo de taberna contemporánea con una gran barra de madera, mesas altas y algunas bajas al fondo, más íntimas, se encuentra muy cerca de Rubaiyat, en la calle Juan Hurtado de Mendoza 11, y cuenta con una fantástica y luminosa terraza climatizada abierta durante todo el año.
La amplia carta se ha diseñado pensando en una comida o una cena informal, entre amigos, compartiendo y probando las diferentes propuestas.
Igual que en Rubaiyat, se notan las raíces brasileñas del grupo junto a otras referencias icónicas españolas, y hay espacio para algunos platos míticos del restaurante versionados y para otros totalmente nuevos.
Comienza con un apartado de tapeo, disponible desde mediodía a medianoche, en el que destaca el imprescindible pan de queso, los dados de tapioca, el pulpo o las chips de solomillo. Después, en los entrantes, no falla el chorizo criollo o el carpaccio de setas. Sus tres hamburguesas protagonizan
un apartado propio que incluye la de pan de queso, la de wagyu o la de quinoa para los que prefieran no tomar carne. Entre los platos principales, el pollito de grano, la picaña fileteada, el steak tartar o el pescado fresco del día pueden acompañarse de algunas guarniciones como la farofa de huevos, las legumbres a la parrilla o unas sabrosas patatas fritas.
En Baby Grill, igual que en Rubaiyat, hay que dejar hueco para los postres, sobre todo si se trata de probar su panqueca con dulce de leche o su doble mousse de chocolate.
Una selección de cócteles como la insustituible caipiriña, el Negroni Rubaiyat o un exótico Spritz, junto con una muy seleccionada lista de vinos blancos y tintos por copas, completan la experiencia.
