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Armonías de Bodegas Montecillo en los restaurantes Cinco Jotas

Redescubrir el auténtico Rioja, disfrutar de la elegancia y complejidad del buen vino en perfecto maridaje con platos singulares basados en el cerdo de bellota 100% Ibérico, un tesoro de nuestro patrimonio. Es esta la atractiva experiencia gastronómica de armonías que propone Bodegas Montecillo, en colaboración con los restaurantes Cinco Jotas, para los paladares sedientos de una experiencia gastronómica memorable y sin precedentes en nuestro país.

Una señera ocasión de transportarse al entorno único y privilegiado de la Dehesa desde el corazón de Madrid y disfrutar de un maridaje original y exclusivo, donde figuran vinos emblemáticos de la bodega centenaria. Montecillo presenta desde la última añada de su Crianza hasta sus vinos más preciados – los Grandes Reservas Selección Especial – 100% Tempranillo elaborados en pequeñísimas cantidades y en homenaje a añadas excepcionales en Rioja como 1978, 1991 o bien 2001.

El alma de Cinco Jotas se desarrolla en torno a la naturaleza y riqueza de las Dehesas del suroeste Peninsular, idílico paraje que se convirtió hace siglos en hogar y emblema de sus creaciones. La apertura del menú no podría hacerse de otro modo que no fuera con un plato de su sublime jamón Ibérico 100% bellota (2013) en 3 cortes distintos, pues en cada corte se definen distintos sabores y texturas. La tabla se divide en Babilla (es la más parte curada y con aromas más sutiles), la Punta (que, por su alto contenido en infiltración de grasa, resulta la más sabrosa, compaginando sabor y persistencia) y la Maza (que parte de textura fina y jugosa, resultando en excelentes aromas).

Como primer entrante una original y sabrosa ensaladilla rusa, elaborada con ventresca fresca de alta calidad y con una singular mayonesa emulsionada con parte del aceite de oliva virgen extra de la conserva de ventresca, en perfecta armonía con las fruta madura, franca y explosiva del Montecillo Crianza 2011.

Montecillo Reserva 2010 es el vino elegido para las deliciosas croquetas elaboradas con la más fina bechamel y tacos de jamón ibérico. Y también armoniza con sus aclamadas albóndigas, elaboradas a partir de la carne de abanico, mezclada con tacos de escombro del mejor cerdo de bellota 100% ibérico, una auténtica delicia.

Para los platos principales, Bodegas Montecillo propone algo que solo puede permitirse la tercera bodega más antigua de la D.O.Ca Rioja, cuyos muros son un verdadero monumento a los vinos de guarda: degustar por copas vinos de añadas históricas – auténticas joyas enológicas – a través de un dispositivo cuyo sistema hidráulico permite extraer el vino de las botellas sin necesidad de proceder al descorche, manteniendo intactas las cualidades del vino. El primero de ellos es un cálido y potente Montecillo Gran Reserva Selección Especial 2001, en conjunto con unas particulares costillas de cerdo ibérico a la parrilla, un corte que sólo se encuentra disponible en estos establecimientos, seguido del Gran Reserva Selección Especial 1991, de reflejos vivos, enorme integridad y juventud, cuyos suaves balsámicos y gran expresión varietal resultan ideales para degustar la fina presa ibérica de corte transversal con sal Maldon.

La experiencia gastronómica finaliza con broche de oro con otro magnum histórico, Montecillo Gran Reserva 1978, un vino elegante que conserva un excelente cuerpo y cuyos abundantes matices aromáticos acompañan un ganache de chocolate con aceite de oliva virgen extra, pimienta y picatostes fritos. Un auténtico manjar.

Finaliza así una experiencia inédita que invita a descubrir vinos que por décadas han descansado en el calado subterráneo de Bodegas Montecillo, donde las botellas fueron apiladas a mano una a una siguiendo un método tan artesanal como ancestral, sin ningún soporte y con tanta precisión y firmeza que se puede andar sobre ellas. Cientos de miles de botellas de Montecillo Gran Reserva permanecen ahí, intactas durante su larga crianza en botella hasta la llegada de su momento óptimo de degustación. Una oportunidad única que pretende reenamorar a los amantes del buen vino, del auténtico Rioja.