Las flores y la hierba de los valles alpinos son el origen de esta deliciosa variedad helvética. Además, este queso tan especial se presenta y se consume en forma de flor.
La primavera ya está aquí. Los árboles vuelven a vestirse de verde, los días se alargan y las flores inundan los prados. Si a ti también te encanta esta época del año y quieres celebrarlo, te proponemos un queso ideal para ello.
De los vastos valles alpinos a tu mesa
El Tête de Moine AOP es un queso semiduro elaborado artesanalmente a partir de la leche de vacas que pastan libremente por los prados de la región del Jura de Berna. Allí se alimentan de hierbas y flores que otorgan a esta variedad de queso suizo diferentes tonalidades de amarillo y marfil, según la época del año. Su cuidadoso proceso de elaboración, totalmente artesanal y natural, sin aditivos ni hormonas, da como resultado un sabroso queso de inimitable aroma y sabor intenso.
En definitiva, el Tête de Moine AOP te ofrece la oportunidad perfecta de transportar la esencia de los prados de las regiones suizas a cualquier mesa y además es apto para celíacos e intolerantes a la lactosa.
Peculiar forma de clavel
Desde sus orígenes, el Tête de Moine AOP es reconocido mundialmente por la curiosa y peculiar forma de clavel con la que es servido. Es su suave textura lo que permite que al ser rascado con la girolle adopte su mítica forma, que nos recuerda a su origen completamente natural: las flores del campo suizo culminan en delicadas flores de queso que se derriten en la boca. Sin duda, el Tête de Moine AOP es la opción perfecta para decorar tus platos y darles un delicioso toque primaveral.