Hipócrates nos legó la famosa cita de que «Sea el alimento tu medicina, y la medicina tu alimento», indicando la importancia de la alimentación en el preservación de la salud. Aprender a comer y vivir conscientemente son claves para disfrutar de salud y paz.
Texto: Efa Rimoldi
Vivimos en un mundo “VICA” (Versátil, Incierto, Complejo y Ambiguo) como sinónimo de un planeta acelerado, loco, lleno de distracciones y desafíos. ¿Recuerdas lo que comiste el pasado viernes? ¿No te sucede que comes tan rápido que tienes la sensación de injerir en pocos minutos la comida?
Tomemos consciencia de lo que comemos
Como vimos en artículos anteriores, nuestros sentidos son la base de la experiencia de comer. Lo que comemos y cómo lo comemos está influido por nuestros antepasados, padres, cultura y medios de comunicación entre otros. Por este motivo es importante tomar consciencia de lo que comemos y bebemos para relacionarnos de una manera sana y mental con la comida.
Durante el transcurso de los últimos siglos, las técnicas propias del Mindfulness se han aplicado como soporte a las psicoterapias empleadas para solucionar distintos problemas de salud mental, como el estrés, la ansiedad, los trastornos asociados al sueño o el sobrepeso. La práctica de la atención plena es una herramienta de efectos demostrados por la neurociencia para entrenar la mente, y a la vez, una expresión de nuestro talento natural como seres humanos y especialmente nuestra relación con la comida. Mindful Eating o “alimentación consciente” es una filosofía que nos invita a nutrirnos saboreando los alimentos y tomando consciencia en el momento del ritual de comer.
El objetivo fundamental del Mindfulness va encaminado a dotarnos de un método para aprender a gestionar las emociones, reacciones, actitudes y pensamientos para poder afrontar las situaciones que nos presenta la vida. Mindful Eating nos anima no solo a ser conscientes de lo que comemos y a estar realmente presentes en el momento en el que lo hacemos, sino a lo que ocurre antes y después de las comidas. Es decir, cómo las preparamos, la elección de los alimentos al hacer la compra, nuestro estado de ánimo al cocinar o comer (antes y después), saber qué le sienta mejor a nuestro cuerpo, disfrutar del presente y reconocer el momento de saciedad.
El programa conocido como Mindful Eating Conscious Living (ME-CL) fue desarrollado por Jan Chozen Bays y Char Wilkin con el objetivo de ayudar a las personas a establecer una relación sana con la comida alejada del control del peso y las dietas. A lo largo del programa se realizan variados ejercicios tales como: atención hacia los alimentos, meditaciones simples, movimientos suaves e información útil, que gradualmente ayudan a construir una relación diferente y sana con nosotros mismos y la alimentación. Fue desarrollado particularmente para el tratamiento del trastorno por atracón y síntomas derivados.
Jan Chozen ha identificado siete tipos de hambre, aunque en la actualidad se están describiendo incluso algunos más. De todos ellos, la de estómago es la que identificamos como hambre física. Para combatirla, el primer reto es tomar consciencia de cada bocado, es decir, “comer para vivir y dejar de vivir para comer”.
Decálogo del Mindful Eating
- Beber agua antes de comer: Tomar un vaso de agua antes de cada comida contribuye a reducir la ansiedad, ya que aumenta la sensación de saciedad.
- Comer sentado y en un lugartranquilo te ayudará a estar más concentrado en tu alimentación e ingerir únicamente lo necesario. Cuando estamos en un entorno ruidoso, ingerimos alimentos de manera excesiva. También hay que dejar a un lado el teléfono.
- Toma consciencia y respira poniendo atención a las emociones y sensaciones
- No comas si no tienes hambre. Es común sentarnos alrededor de la mesa y comer por costumbre o por horario, es decir, comer por inercia sin parar a pensar si tenemos hambre o no.
- Masticar despaciosaboreando los alimentos. Además de disfrutar más de la comida nos ayudará a hacer más fácil la digestión. “Bebe tu Comida y Come tu Bebida” decía también Hipócrates.
- Usa los cinco sentidos durante la ingesta y respira entre bocado y bocado
- Comer de todo: para comer de forma consciente, es necesario prestar atención a los nutrientes que el cuerpo necesita, es decir, comer de forma variada y de manera responsable.
- No te quedes con la sensación de tener el estómago lleno, es decir, hay que aprender a diferenciar entre estar saciado (no necesitar más comida) y estar lleno (haber comido más de la cuenta y en muchas ocasiones sentirnos pesados e incómodos).
- Saborea cada bocado: Procura ser el último en terminar tu plato. De manera involuntaria, cuando comemos rápido ingerimos más cantidad que cuando lo hacemos de una manera pausada. Recuerda que comer es un placer.
- El Mindful Eating no supone una dieta, sino más bien un estilo de vida que te lleva a conocer más tu propio organismo y sus necesidades, a diferenciar el hambre fisiológico del psicológico, y tiene innumerables beneficios en nuestro organismo. ¿Te animas a comer con la curiosidad de un niño tu próxima comida en familia? Recuerda que nuestras neuronas son un espejo que imita lo que vemos. ¡Contagia a los tuyos!