Con plantaciones en España, Francia e Italia, Pink Lady continúa posicionándose como la manzana líder en Europa con un total de 170.000 toneladas vendidas en el último ejercicio. En nuestro país, la manzana producida en Lleida y Girona mantiene su volumen de ventas, que alcanzó 7.000 toneladas en 2018, pese a que la producción se vio reducida por las intensas lluvias que afectaron la cosecha. Desde que llegó a España, Pink Lady ha ido aumentando su notoriedad paulatinamente: respecto a 2016, el reconocimiento de marca ha crecido un 9 % y el recuerdo de marca un 36 %.
Pink Lady es una variedad de manzanas única en el mundo y 100 % natural que resulta del cruce entre la Golden Delicious y la Lady Williams y de la práctica de una arboricultura sostenible. Un año más, Pink Lady se posiciona como la manzana número uno en Europa, donde se han comercializado 170.000 toneladas, a pesar de las condiciones climáticas adversas a nivel continental. A nivel de crecimiento de ventas, en la temporada 2018-2019 han destacado tres mercados: Holanda (con 11.000 toneladas, un 15 % más), Francia (22.500 toneladas, un 14 % más) y Reino Unido (33.000 toneladas, un 9 % más).
En España, Pink Lady se produce de manera sostenible en Lleida y Girona, respetando el ciclo natural de la manzana –es la primera del mercado en florecer, entre finales de marzo y principios de abril, y la última en ser cosechada, entre finales de octubre y principios de noviembre–. Durante el último ejercicio, el volumen de ventas en nuestro país se ha mantenido prácticamente estable, en torno a las 7.000 toneladas, a pesar de las intensas lluvias que afectaron la cosecha frutícola nacional. La mayoría de Pink Lady recolectada en España se vende en el mercado nacional y un pequeño porcentaje se exporta a Reino Unido, Israel y el Golfo Pérsico.
Desde que llegó a nuestro país, la marca Pink Lady ha ido aumentando su notoriedad paulatina y notablemente. El reconocimiento de marca es, a día de hoy, del 49 % (un 9 % más que en 2016) y el recuerdo de marca es del 19 % (un 36 % más que en 2016). Además, su canal de distribución se ha ampliado gracias a su introducción en algunas de las mayores cadenas de distribución de España y en importantes minoristas regionales. Las fruterías son un target muy relevante para la marca; de hecho, entre sus planes de futuro se encuentra la próxima apertura de su primera flagship store en nuestro país.
A nivel corporativo europeo, Pink Lady está trabajando en su estrategia IMAGINE 2025, dirigida a alcanzar un objetivo de 275.000 toneladas producidas en Europa gracias a tres pilares: expansión (aumentando las cuotas de mercado), compromiso (dando respuesta a las expectativas del consumidor y fidelizándolo) y reputación (incrementando el reconocimiento de marca).
UNA MANZANA ÚNICA, QUE RESPETA LA TIERRA Y A LOS HOMBRES
Pink Lady es una marca cada vez más apreciada y demandada, con un alto grado de fidelización entre el consumidor. Y es que es mucho más que una manzana. Es una asociación justa, equitativa y comprometida con sus valores de la que forman parte más de 2.600 productores distribuidos entre España, Francia e Italia y que genera alrededor de 10.000 empleos directos e indirectos. En España forman parte de ella 52 familias productoras que controlan 81 explotaciones repartidas entre Lleida y Girona, todas con un tamaño medio de poco más de una hectárea, lo que permite al agricultor conocer hasta la más pequeña porción de su parcela, pudiendo anticiparse a los eventuales ataques de elementos dañinos y evitar recurrir a tratamientos.
Los productores de Pink Lady cultivan el amor por la tierra con los principios de una producción frutícola integrada. Este modo de cultivo, respetuoso con el medio ambiente y la biodiversidad, combina prácticas convencionales con soluciones naturales, algunas de ellas sin química alguna, como la polinización –para la que se introducen panales de abejas en los huertos– o ciertos métodos que se emplean para proteger los huertos –como la confusión sexual del gusano de la manzana o carpocapsa, principal plaga de este cultivo–.
El respeto a los ciclos naturales del árbol y su fruto es otro de los valores de Pink Lady. Tras siete meses en el árbol, la manzana consigue desarrollar su plena riqueza aromática siendo una de las pocas que llegan de la tierra a la mesa absolutamente frescas y con unas características organolépticas únicas: crujiente, jugosa, aromática, con un buen equilibrio entre azúcar y acidez.