Bajo el título de «Once upon a time», el biestrellado Moments ofrece, en el Hotel Mandarín Oriental de Barcelona y de la mano de Carme Ruscalleda y su hijo Raül Balam, un menú degustación inspirado en cuentos tradicionales universales. La nueva propuesta de Moments apuesta por la imaginación y la inocencia con un protagonismo compartido entre cocina y sala. En la imagen, El Patito Feo.
Trece historias tradicionales son el hilo conductor del nuevo menú degustación que acoge Moments, el restaurante liderado por Carme Ruscalleda y Raül Balam en el Hotel Mandarín Oriental de Barcelona. Once upon a time, éste es su nombre, se inspira tanto en relatos universales recogidos por los cuentos populares, así como en cuentos con autores tan reconocidos como los hermanos Grimm, Hans Christian Andersen o Antoine de Saint-Exupéry; o incluso aproximaciones más modernas al universo infantil como es la historia que cuenta la película Shrek.
Un menú que, según palabras de Raül Balam, “parece dirigido a los más pequeños pero gustará a los mayores”. Una excusa para volver a revisar estos clásicos pero que, lejos de ser sencilla como pudiera hacernos pensar su temática, busca la complicidad del comensal para encontrar en las propuestas servidas ese mensaje que todo cuento lleva implícito. Con la posibilidad de menú corto de 9+1 platos (Once upon a time se compone de 12+1 platos), esta experiencia gastronómica se alargará hasta primavera, modificando ingredientes y cuentos según la temporalidad de los productos.
Cuentos sobre el mantel
A través de estos relatos, Carme Ruscalleda y Raül Balam van elaborando cada uno de los platos que componen este menú. En cada creación el comensal verá identificado un cuento en concreto. La gastronomía del menú se inicia con Caperucita Roja, del interior de su cesta, el camarero invita al comensal a degustar un aperitivo con marcado sabor a bosque y cálidos contrastes.
Pero en este viaje a la biblioteca tradicional, Ruscalleda y Balam no solo se inspiran en los clásicos más internacionales sino también en los propios clásicos, los más locales, que en su caso no puede ser otro que el Patufet, cuento popular catalán que se presenta en la mesa a base de buey y col, dos de los protagonistas de la historia.
Incluso hay tiempo también para un guiño a los nostálgicos de Sant Pau, el restaurante que Carme Ruscalleda lideró en Sant Pol de Mar. Se trata de la recuperación del icónico plato de foie, dashi y umeboshi del restaurante del Maresme. Una propuesta que casa con el cuento El Patito Feo.
Y así, uno a uno, se van hilando platos con cuentos y Once upon a time consigue ponernos a prueba y nos obliga a recordar detalles de los cuentos que tal vez en su día nos pasaron desapercibidos. Es el caso de El Soldadito de Plomo que Raül Balam versiona con un suquet de rape con taco de rape frito rebozado en eneldo, cilantro, miel y nata agria. Rape porque ese era el pescado que se comía al soldadito en su barca de papel.
Blancanieves y los Siete Enanitos, El Flautista de Hamelin, Los Tres Cerditos, Ricitos de Oro, Hansel & Gretel, La Gallina de los Huevos de Oro, El Lobo y las Siete Cabritillas, El Principito y la más moderna historia de Shrek completan este viaje gustativo a través de relatos y fábulas de la mano de Once Upon a Time, un propuesta de Moments que busca emocionar y sorprender.