Este verano no es verano si no te pasas por El Cuartel del Mar, la nueva apertura del Grupo Azotea en Chiclana de la Frontera (Cádiz). Se trata de una espectacular construcción, antiguo cuartel de la Guardia Civil, que ha sido devuelta a la vida con gran acierto por el estudio Moreco de Paula Morales.
Por Patricia Magaña
Morales, quien ya se ocupara de NuBel en el Museo Reina Sofía de Madrid, no solo ha sabido conservar la esencia del emblemático cuartel, sino que ha integrado en su patio central una escultural escalera de caracol que, sin duda, será una de las instantáneas más deseadas este verano.
La escalera sirve de hilo conductor a los diferentes espacios que componen los 2.000 m2 de El Cuartel del Mar: zona de avistamiento de aves en la azotea, zona expositiva para artistas locales en una las alas del edificio, Dj a diario y conciertos semanales en el patio, una terraza con vistas a la Playa de la Barrosa y, por supuesto, el restaurante para 100 comensales que ocupa el otro ala del edificio y que corre a cargo de Manu Berganza y su mano derecha en Chiclana, Mikel Badiola.
El ‘Euskadiz’ de Manu Berganza
El gran Sacha ya acuñó este término en una de sus famosas camisetas y ahora es Manuel Berganza, chef ejecutivo del Grupo Azotea, quien podría apropiárselo para su cocina en El Cuartel del Mar. Y es que este asturiano, aunque bilbaíno de formación, muestra el máximo respeto por el producto gaditano, y muy especialmente por al atún de almadraba, al que dedica una buena parte de la carta con platos como un espectacular tartar de lomo de atún marinado en garum de anchoa, el tarantelo a la plancha con sal de ajo o las albóndigas de parpatana en tomate.
“Vamos a tener el mar muy presente -explica Manu Berganza-, la fritura, muy típica de la zona, pescados enteros al horno, carnes de la zona y chuletones gallegos”. Todo ello con su particular y personal toque, que hunde sus raíces en las técnicas y productos descubiertos por el chef en sus años de experiencia profesional en Singapur, Indonesia y Malasia.
Vinos chiclaneros
Uno de los grandes aciertos de El Cuartel del Mar es su perfecta integración con las gentes de Chiclana y con el entorno. Esta simbiosis da magníficos frutos, como la extensísima carta de vinos de la tierra de Cádiz.
A los blancos, tintos y rosados nacionales, se le suman los blancos y tintos de Cádiz: Atlántida, Mahara, Albur Viña Los Caracoles, Meunier en Bota de Oloroso, Tesalia Peter Maurer y un largo etcétera. Y, por supuesto, no podían faltar los generosos y dulces chiclaneros de las bodegas Primitivo Collantes, Sanatorio de Manuel Aragón y Vélez y los generosos y dulces de Jerez y Sanlúcar, tanto de la Callejuela como de González Byass. A todos estos hay que sumar los vinos tranquilos, tanto blancos como tintos, que son un elemento diferenciador en la zona.
Al caer la tarde
Como ya pasó con el ibicenco Café del Mar, El Cuartel del Mar es un enclave privilegiado para disfrutar de una irrepetible puesta de sol en Chiclana. Y parece que ya es un secreto a voces, ya que no son pocos los que acuden a disfrutar de la caída del astro rey para después tomar un cóctel de la carta diseñada por Luca Anastasio, director de Barras & Mixología del Grupo Azotea.
Su propuesta para la nueva apertura aporta toques de la zona, como el cóctel Mama Tai con Brandy de Jerez, o clásicos renovados como sus particulares versiones del Gin Tónic o del Moscow Mule con un rico toque picante de jengibre.
#Chiclaneando
Si finalmente te animas a visitar El Cuartel del Mar, no dejes Chiclana sin visitar el Centro de Recursos Ambientales de las Salinas, donde podrás ver cómo se elabora la sal de forma 100% natural y artesana y descubrir el arte del despesque.
Además, merece la pena una visita a alguna de las bodegas de la zona, como la de Primitivo Collantes, donde aprenderás qué son los vinos tranquilos; o la espectacular bodega con los maravillosos Olorosos de Manuel Aragón.
Y si lo tuyo es la cerveza, no dejes de probar la Blanca y Verde, una jovencísima creación chiclanera que se comercializa en la provincia de Cádiz.