Han sido más de tres meses lo que ha durado la campaña de vendimia, empezando a principios de agosto con la variedad de uva Syrah en el Paraje de la Cañada del judío, en la parte sur de Jumilla, y alargándose hasta la última semana de octubre, como siempre con la variedad autóctona por excelencia de la DOP Jumilla, la Monastrell, que se recogía en el municipio de Montealegre del Castillo, la parte más al norte de la DO.
Ya se avanzó al inicio de la campaña de vendimia que la cosecha se había adelantado en torno a dos semanas con respecto al año anterior. Como cada año, la parte más al sur de la DOP Jumilla, en el municipio de Jumilla, se inició antes que en la parte Norte, localizada en los municipios albaceteños que conforman la DOP.
Los datos de la vendimia 2020 confirman que ha habido una menor entrada de uva en las bodegas, casi 73 millones de kilos, debido al exhaustivo control por parte de los inspectores de campo sobre los rendimientos máximos autorizados, que garantizan la máxima calidad en las uvas, y, por tanto, en los vinos DOP Jumilla.
La climatología ha sonreído a la DOP Jumilla, superando la precipitación media anual de 300 mm que, tras un verano muy caluroso, permitió un suspiro de alivio a los viñedos plantados en secano, que suponen más del 70 % del viñedo total.
Cuadrillas burbuja
Ha sido una vendimia atípica dado que las “cuadrillas burbuja” tenían que sufrir las duras jornadas de trabajo con mascarillas para protegerse de la pandemia, y cumplir nuevos protocolos de organización. Por otro lado, viticultores, enólogos y bodegueros están de acuerdo en destacar el buen estado sanitario en el que se encontraban las uvas y los excelentes parámetros de calidad en el momento de su recolección, debido a que, aproximándose la fecha óptima de maduración de la uva, no se dieron lluvias, pero sí hubo vientos que beneficiaron a la cosecha manteniendo a raya a posibles plagas y hongos.
Todos coinciden en que los vinos elaborados en 2020 auguran una añada histórica en la DOP Jumilla.