El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación lanza la promoción para el consumo de productos pesqueros y acuícolas en el contexto de la campaña ‘El país más rico del mundo’ de Alimentos de España. La campaña se inspira en el concepto del infinito para sugerir la abundancia de variedades productivas que ofrecen los oceános y la inmensidad de combinaciones que permite la gastronomía. España es líder contra la pesca ilegal y firme defensora de la explotación sostenible de los recursos pesqueros.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, presidió la presentación de la campaña promocional “Un país infinito en productos del mar y recetas”, que comienza estos días, como la parte dirigida al consumo de productos pesqueros y acuícolas de la campaña global de comunicación “El país más rico del mundo’, que se lanzó el pasado mes de noviembre.
Esta campaña específica contará con un presupuesto de 1,7 millones de euros y busca el incremento del consumo de productos pesqueros y acuícolas en la dieta de los hogares españoles. De hecho, desde 2019, la pesca es uno de los ejes principales de las actuaciones promocionales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), que mantiene un ritmo constante de campañas para potenciar el consumo de pescado, sobre todo entre la población más joven.
Según ha indicado el ministro Planas, “esta campaña es una prueba más de la voluntad del Gobierno y del Ministerio para poner en valor los Alimentos de España, en este caso la riqueza de nuestros mares y océanos, así como las gentes que llevan a cabo las tareas pesqueras y el compromiso con una forma de explotación responsable, sostenible y con futuro”.
Fuente de alimentos sanos
Luis Planas ha destacado, asimismo, que se trata de mostrar y acercar al consumidor la idea de la pesca y de la acuicultura como fuente de alimentos sanos, seguros y de calidad, así como de recordar la gran cantidad de pescados y mariscos que nos ofrecen nuestras costas y de sus infinitas posibilidades de preparación. Para ilustrar de forma práctica la versatilidad de los productos pesqueros, la presentación de la campaña ha contado con la presencia de dos cocineros de reconocido prestigio, sobre todo, en los productos del mar, Rafa Zafra (chef) y Alberto Pacheco (jefe de cocina), ambos vinculados al restaurante madrileño Estimar.
Por otra parte, Planas también ha querido subrayar el importante papel de los mares y océanos en la sostenibilidad del planeta y, por tanto, la necesidad de trabajar para que mares y océanos sigan siendo fuente de alimentos de calidad, al mismo tiempo que motor de desarrollo económico en las zonas costeras.
Garantizar el futuro de esta actividad requiere una explotación responsable y sostenible con la que el Gobierno mantiene un fuerte compromiso, materializado en su decidida lucha contra la pesca ilegal y en la incorporación del conocimiento científico de su flota de buques oceanográficos de investigación a la práctica de esta actividad.
En este mismo sentido, la inminente Ley de Pesca Sostenible e Investigación Pesquera que va a tramitar el Gobierno va a constituir un instrumento normativo eficaz para conseguir la modernización del sector pesquero español y lograr el aprovechamiento óptimo y duradero de los recursos marinos.
Un país con una gran vocación pesquera
El ministro Planas ha recordado que España es un país con 8.000 kilómetros de costa, con una larga tradición en las artes de la pesca y con una cultura culinaria basada en los productos del mar. Más concretamente, España es el mayor productor de pescado de la Unión Europea con un volumen que supera las 900.000 toneladas en pesca extractiva y 300.000 en producción acuícola. La industria transformadora, conservera y congeladora también es muy potente, con una producción de 800.000 toneladas anuales, entre conservas, semiconservas, salazones, congelados y preparados.
En cuanto al consumo, los hogares se mantienen fieles a los productos de la pesca, con 22,53 kilogramos anuales por persona (2019), muy por encima de la media europea y mundial. Además, si se tiene en cuenta el consumo fuera de los hogares, la cifra se eleva hasta los 46 kilogramos por habitante y año.