El estudio, realizado a través de 76 calicatas en sus viñedos, dará a conocer la realidad del terroir, analizando en profundidad los cuatro elementos claves que lo conforman: relieve, geología, clima y diversidad. Esta iniciativa permitirá comprender mejor la composición de cada una de sus parcelas para conseguir una mejor plantación de las distintas variedades y pondrá más aún en valor el viñedo antiguo.
La historia de Juvé & Camps está ligada a la elaboración de cavas de gran calidad, concretamente Grandes Reservas. En su centenario y con el objetivo de seguir con el excelso trabajo de tantas generaciones, la bodega se ha propuesto conocer a la perfección cada hectárea de su viñedo de la finca de Espiells para posteriores planificaciones y explotaciones de la vid.
“Para definir el terroir es muy importante conocer los cuatro elementos que lo forman: el relieve, la geología, el clima y la biodiversidad”, asegura Joaquín Cámara, director ejecutivo de Diagnoterra y encargado del proyecto. A principios de abril, Juvé & Camps inició el proyecto de estudio de suelos de la finca de Espiells abriendo 76 zanjas, de entre 1,5 y 2 metros de profundidad cada una, en función de la profundidad efectiva de las raíces; es decir, hasta donde llega el 80% del sistema radicular.
Análisis fisicoquímicos de los suelos
Cámara realizará un minucioso trabajo que implica un exhaustivo estudio físico del terreno para poder describir y categorizar las diferentes capas y que se completará con análisis fisicoquímicos de la composición de los suelos. De esta manera, se conocerán qué minerales y en qué porcentajes hay, así como el pH, la riqueza en materia orgánica, entre otros valores de los suelos. Además, se realizarán hasta 260 sondeos (pequeñas perforaciones) para definir las lindes de cada parcela.
“Este estudio nos permitirá conocer en profundidad la realidad de nuestro terroir y nos ayudará a comprender la composición y el estado de cada viñedo para poder trabajarlo mejor y valorar, en el momento de la plantación, cuál sería la mejor variedad para cada parcela”, apunta Pep Jiménez, director de Viticultura de Juvé & Camps. Además, el estudio pondrá en valor los viñedos antiguos. Según Jiménez, “cuando abres una calicata y compruebas el alcance de las raíces y su entramado, te das cuenta del gran valor que tienes en el subsuelo y la gran pérdida que supone arrancarlo”.
Planificar y ordenar el cultivo de la vid
El estudio delimitará y caracterizará cartográficamente las zonas, en función de los parámetros que definan el medio. Todas estas acciones servirán para planificar y ordenar del cultivo de la vid.
Juvé & Camps podrá crear unidades de manejo para la optimización de la gestión del suelo y del cultivo como base para la planificación de input y el diseño de la viticultura de precisión. Del mismo modo, tendrá a su alcance la realización de estudios económicos y técnicos de viabilidad del aprovechamiento, de tierras con viñedo y también de la elaboración de diseños óptimos para la mejora del cultivo. Todo ello incluye la selección de parcelas experimentales localizadas en cada una de las zonas previamente distinguidas como base de la investigación.
Con este estudio, Juvé & Camps pone en valor su larga tradición en el cuidado de la vid, en la tradición y en la filosofía de elaboración de sus cavas que, desde el viñedo hasta la copa, reciben todas las atenciones necesarias. La bodega apuesta firmemente por continuar con esta labor que remarca la importancia de ser fieles al territorio, al paisaje y a las necesidades climáticas de cada una de las fincas que posee para dar lugar a grandes cavas que se podrán disfrutar en un futuro.