El trabajo ganador, “La evolución de transposones como factor principal en la evolución del genoma de los olivos cultivados”, ha sido desarrollado por un equipo de 4 científicos de la Universidad de Jaén y de la Universidad de Milán. El premio aporta, además del reconocimiento de todo el sector, una dotación económica de 6.000 euros. «Invertir en investigación y apoyar a la comunidad científica y universitaria es un pilar fundamental para asegurar nuestro futuro y el del sector del olivar y del aceite de oliva”, declara el presidente de la compañía, Luis Vañó. La empresa jiennense es un ejemplo de apoyo al sector de la agronomía a través de acciones relacionadas con el medio ambiente, la sostenibilidad y la salud.
La familia Vañó, empresa familiar dedicada al cultivo de olivo y producción de aceite, ha recibido la visita de Javier Fernández-Salvador director del Centro del Olivar de la UC Davis, prestigiosa Universidad de California. El profesor, experto en agronomía y optimización de los recursos, ha venido a España con motivo del VI Premio Internacional Castillo de Canena de Investigación Oleícola “Luis Vañó “, un referente en nuestro país. Estos galardones, que datan de 2010, fomentan y premian la investigación agronómica del aceite, auspiciados y financiados por Castillo Canena en asociación desde 2016 con la Universidad californiana UC Davis, una de las mejores del mundo y con la Universidad de Jaén, desde sus inicios.
El premio está concebido para fomentar y estimular el conocimiento científico y tecnológico sobre el olivar y los aceites de oliva. Simultáneamente, rinde homenaje a la figura de Luis Vañó, presidente de Castillo de Canena, jiennense de nacimiento y por convicción, quien apostó desde el inicio de la década de los años 80 por la innovación y las mejoras continuas en el sector. Un adelantado a su tiempo, muy receptivo a todos los avances del conocimiento científico como herramienta profesional útil para fortalecer y hacer más competitivas sus empresas.
De esta forma, Vañó se ha ocupado de preservar y modernizar el legado y los valores de una compañía familiar que nació en 1780 y adoptó el nombre del castillo familiar que se alza en la loma del municipio de la localidad jiennense homónima, en el privilegiado entorno del Valle del Alto Guadalquivir, entre las sierras Mágina y de Cazorla, y próximo a esas dos joyas que son Úbeda y Baeza, ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad y magníficos exponentes de la esencia cultural andaluza.
Un Premio centrado fundamentalmente en el desarrollo sostenible y la investigación
En diciembre de 2010 se convocó el I Premio Castillo de Canena de Investigación Oleícola “Luis Vañó”, dirigido a toda la comunidad científica e investigadora, con el objeto de incentivar y galardonar los proyectos y estudios novedosos e innovadores sobre el mundo del olivar y de los AOVEs desde su más amplia perspectiva.
Con carácter bienal, este galardón cumple su sexta edición y supone un reconocimiento público abierto a todo el ecosistema investigador nacional e internacional, completado por una dotación económica de EUR 6.000.
Toma el nombre del presidente del Grupo Castillo de Canena, Luis Vañó, exitoso exbanquero y empresario jiennense que en las últimas décadas del siglo pasado destacó por su firme apuesta en pro de la radical modernización del olivar andaluz y estableciendo los sólidos cimientos sobre los que se constituye la empresa familiar que él preside.
“Una empresa que no esté comprometida con la investigación, la innovación, la preservación del medio ambiente, y no se preocupe por su huella social y por el progreso de la colectividad en la que está radicada, es sencillamente una empresa no sostenible, condenada a perecer.”, explica Vañó.
Por tanto, este premio nace como respuesta a la inquietud de la compañía Castillo de Canena por contribuir a la innovación y la investigación como herramientas de mejora constante y competitividad. Asimismo, es ejemplo de responsabilidad corporativa social, de colaboración público-privada y de apoyo filantrópico a todo el sector oleícola.
El Premio cuenta con un jurado constituido por un grupo de profesores universitarios, presididos por el Rector Magnífico de la Universidad de Jaén. En la IV convocatoria de 2016, se internacionaliza enriqueciéndose con la incorporación al jurado de 4 miembros pertenecientes a la Universidad de California en DAVIS, prestigiosa institución docente norteamericana, una de las mejores del mundo en materia de olivicultura.
Para el “Centro del Olivo” de la Universidad de California Davis (UC Davis Olive Center) esta es una alianza internacional vital. Su Executive Director, Javier Fernández-Salvador, indica “este galardón constituye la forma más importante que un equipo de investigación puede tener para constatar que el esfuerzo realizado en sus proyectos es reconocido, no solo como un mérito entre colegas investigadores alrededor del mundo, sino también por la industria olivícola”.
Fernández-Salvador considera que “el premio otorgado por Castillo de Canena es una muestra del vínculo de colaboración existente entre instituciones académicas de EE. UU. y España. Un incentivo para investigadores del olivo que les motiva a continuar con ideas innovadoras y desarrollar nuevos estudios que beneficien a la industria en todo el mundo”
A lo largo de los doce años de historia del Premio, se han galardonado distintos trabajos relativos al Aceite de Oliva y salud, medio ambiente, efectos del cambio climático en el cultivo del olivo, sistemas de lucha biológica contra plagas como la mosca del olivo, etc..
Cuatro investigadores
El estudio que se ha alzado con el VI premio ha sido elaborado por un equipo de 4 investigadores conformado por Jaime Jiménez Ruiz de la Universidad de Jaén, Jorge Antolín Ramirez Tejero, del área de genética de la Universidad de Jaén, Aureliano Bombarely del área de Biociencia de la Universidad de Milán y Francisco Luque Vázquez, Catedrático de Genética, Unidad de Genómica del Instituto Universitario de Investigación en Olivar y Aceites de Oliva de la Universidad de Jaén.
El trabajo, denominado “La evolución de transposones como factor principal en la evolución del genoma de los olivos cultivados”, analiza la evolución del genoma del olivo durante el proceso de domesticación.
Tal y como reflexiona uno de los investigadores, Francisco Luque, “el conocimiento del genoma es una herramienta poderosa que abre la puerta a nuevos trabajos que sin él serían inabordables y que pueden resultar de enorme interés y utilidad para el sector del olivar».
A lo largo del estudio y para dilucidar la evolución del genoma del olivo durante este proceso humano de domesticación se re-secuenciaron unas 40 accesiones de olivos cultivados y 10 olivos silvestres adicionales, arrojando luz sobre el origen de los actuales olivos andaluces. Se han analizados muestras de ADN antiguo obtenidas de huesos de aceituna carbonizados procedentes de cuatro excavaciones arqueológicas que se remontan a la época del Imperio Romano.
El estudio de este ADN ha revelado que en ese período las varietales de olivo presentes en Andalucía, probablemente, procedían de la ruta norte del Mediterráneo, incorporados por los romanos debido a su parecido genético con los olivos de la zona de Italia y Grecia y especialmente del Levante español. Sin embargo, en la actualidad en Andalucía, la mayoría de los cultivares están emparentados con olivos de la zona de Siria, probablemente procedentes de la ruta sur del Mediterráneo y que fueron traídos por los árabes.
Personalidades asistentes
En el acto de entrega del premio, celebrado en el Castillo de Canena, estuvieron presentes, entre otras personalidades, el presidente de la Diputación Provincial de Jaén, Francisco Reyes; el director de la U.C. Davis, Javier Fernández Salvador; el rector de la Universidad de Jaén, Juan Gómez Ortega; el presidente del Grupo Castillo de Canena, Luis Vañó; y el secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda quien fue quien pronunció las palabras de clausura.