Vino de Pago Abadía Retuerta (DOP) avala su impecable trayectoria vinícola de la bodega, con más de ocho siglos de historia en el cultivo de la vid. Un reconocimiento que pone en valor la visión de futuro, la excelencia y saber hacer de esta referente bodega del valle del Duero. Enrique Valero, CEO Abadía Retuerta, cree que “este reconocimiento supone un inmenso orgullo, porque pone en valor nuestra filosofía de trabajo, nuestro saber hacer, nuestra dedicación y, todo ello, por mantener un estilo de elaboración único que ensalce y refleje la personalidad de los vinos de Abadía Retuerta en el valle del Duero, el enclave donde nos encontramos”.
Abadía Retuerta es reconocida con la máxima distinción regulada en la Ley del Vino: la Denominación de Origen Protegida de Vino de Pago. Un dilatado proceso de registro que se ha visto culminado con la ratificación de dicha distinción en el Diario Oficial de la Unión Europea.
Por definición de ‘Pago’ se entiende el paraje o sitio rural con características edáficas y de microclima propios que lo diferencian y lo distinguen de otros de su entorno. En este sentido, este reconocimiento avala la singularidad de los suelos de los viñedos de Abadía Retuerta y la máxima expresión de su terruño, entendido como las características climáticas y geográficas que dotan de unas cualidades únicas a su viña y uva. Los vinos de pago son la cima de la montaña de la clasificación de los vinos que parten desde su base en las categorías de Vinos de Mesa, Vinos de la Tierra, Vinos de Calidad con Indicación Geográfica, Denominaciones de Origen Protegida, DO Calificadas y en la cumbre se encuentra Vinos de Pago.
Para el CEO de Abadía Retuerta, Enrique Valero “este reconocimiento supone un inmenso orgullo, porque pone en valor nuestra filosofía de trabajo, nuestra dedicación y nuestra solidez y firmeza a la hora de hacer las cosas, huyendo de las modas y velando por el renacer de un viñedo histórico, que mantenga un estilo de elaboración único que ensalza y refleja la personalidad de los vinos de Abadía Retuerta en el valle del Duero, el enclave donde nos encontramos”. Porque si hay algo que caracterice a esta referente bodega afincada en el municipio de Sardón de Duero, en plena Milla del Oro del Vino, es la excelencia y vocación en todo lo que hace: “fue el fundador de la orden de canónigos regulares premostratenses, San Norberto de Magdeburgo, quien apostilló “Busca la paz y persíguela”, y es esta frase la que nos ha inspirado e inspira a respetar los tiempos de la naturaleza y de la historia y a seguir trabajando bajo esta filosofía, donde prima el legado que hemos recibido: una tradición vinícola única” añade Valero.
Una tradición vinícola única
Este reconocimiento avala la larga trayectoria dedicada al cultivo de la vid de esta prestigiosa bodega afincada en el valle del Duero. Una tradición y arraigo vinícola que como apuntan los historiadores data de la era cristiana. La introducción de la vid en la Península se atribuye a los romanos, quienes la extendieron por el norte peninsular, llegando a las tierras del Duero y, por ende, a las tierras de Abadía Retuerta. Los cristianos, diez siglos más tarde, fundaron sus Monasterios, como es el caso del Monasterio de Santa María de Retuerta fundado en 1146 con un importante donativo en terras et vineas, y el enclave del Duero, tal y como hoy se conoce, no fue una excepción. Los monjes persistieron en el cultivo del viñedo y, poco a poco, además de extraer lo mejor de aquellas tierras caracterizadas por ser soleadas y frías en invierno y secas y calurosas en verano, fueron dominando la elaboración del vino. Gracias a la capacidad de transfiguración y la propia obstinación de la viña por asentarse, el vino continuó siendo uno de los mejores productos de la tierra.
Es sobre esta filosofía, la de renacer un viñedo histórico, la de mantener viva la tradición vinícola del lugar y de valorar el enorme y particular potencial que estas tierras ofrecen, sobre la cual se asientan los pilares de lo que hoy se conoce como la bodega Abadía Retuerta. Una imponente bodega del valle del Duero a la que sin duda preceden ocho largos siglos de historia vinícola y que desde hace más de treinta años cuenta con un experimentado equipo bajo la dirección de su enólogo, Ángel Anocíbar, y asesorado por el reputado vigneron y el que fuese director de Château Ausone y Château Belair, Pascal Delbeck, que con la ratificación de hoy de la DOP de Vino de Pago ven compensada la ardua labor por lograr unos vinos únicos e inimitables, su dedicación y búsqueda de la excelencia en cada etapa de elaboración de sus vinos durante todos estos años.
Los pagos de Abadía Retuerta
Abadía Retuerta es concebido como un lugar único donde la historia trasciende y prevalece y donde la tradición y la cultura permanecen intactas. El río Duero es quien vertebra el paisaje y dota de unas características únicas a su terruño, que unido a su experimentado equipo de viñedo y bodega con una filosofía marcada por la cultura de la dedicación, la excelencia y la anticipación respetan los tiempos y contienen el clima severo de la zona con el único propósito de dar fruto a uno de sus bienes más preciados, el vino
Abadía Retuerta elabora vinos que expresan la personalidad de cada pago. De ahí que las referencias lleguen al mercado única y exclusivamente cuando la añada cuenta con una calidad extraordinaria. La finca ocupa una superficie de 700 hectáreas, de las cuales 180 corresponden a viñedos. Están estructuradas en 54 pequeños pagos, diferenciados principalmente por la composición del suelo y cada uno plantado con una única variedad. Syrah representa el 10%, Tempranillo, el 70%, y Cabernet Sauvignon, asimismo el 10%. El 10% restante se divide entre Merlot, Petit Verdot y algunas variedades de blanco.