Microsoft y Nueva Pescanova han creado la primera granja acuícola inteligente de langostinos en el mundo, en la que Nueva Pescanova ha logrado multiplicar por cuatro la producción, pasando de generar 800 kilos por hectárea a 3.200 gracias a la implantación de las tecnologías propias de la acuicultura 4.0, entre ellas el análisis de parámetros en tiempo real con la nube de Microsoft Azure. El proyecto se ha desplegado en un total de 14 granjas. Esto supone la digitalización de más de 6.500 hectáreas de cultivo y de más de 150 empleados de Pescanova hasta el momento. La aplicación de Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas (IoT) y Big Data de permite al mismo tiempo garantiza el bienestar animal y la sostenibilidad de la acuicultura de Nueva Pescanova. El desarrollo del proyecto, que ha supuesto la ampliación de la contratación de personal del entorno local, ha permitido a los trabajadores reducir la carga física en su actividad diaria y realizar labores de mayor valor gracias a la formación en el ámbito tecnológico.
Nueva Pescanova, la compañía española especializada en productos del mar, ha desarrollado junto a Microsoft la primera granja acuícola inteligente de langostinos del mundo con ayuda de servicios en la nube de Azure y sus servicios de Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas y Big Data. Ambas compañías han conseguido garantizar que la cría de los langostinos vannamei alcanzan la cota más exigente en cuanto a calidad, sostenibilidad y bienestar animal gracias al conocimiento extra que aportan las iniciativas de digitalización vinculadas a la acuicultura 4.0; al tiempo que se aumenta la producción y se cuida el bienestar de los trabajadores.
El proyecto se enmarca en el Plan Estratégico de Acuicultura 4.0, un acuerdo de colaboración de Nueva Pescanova y Microsoft para desarrollar soluciones que buscan optimizar los procesos de acuicultura y la mejora de la salud y el bienestar animal mediante la I+D+i continua. El objetivo es avanzar, entre otros, en el impulso de programas de innovación para la protección del medio marino y garantizar la sostenibilidad de las especies con en el desarrollo de nuevas tecnologías en acuicultura, así como en la mejora de los procesos productivos. Y, sobre todo, incentivar la cultura digital en los países donde Pescanova desarrolla acuicultura.
El proyecto se desarrolló inicialmente en Marfrisco, una de las granjas de cultivo sostenible de langostinos de Pescanova, ubicada en la costa de Ecuador, y que posteriormente se han desplegado en un total de 14 granjas. Esto supone la digitalización de más de 6.500 hectáreas de cultivo y de más de 150 empleados de Pescanova.
La firma trabajó junto a Microsoft para desarrollar la plataforma Smart Farm: recopila diferentes datos de interés, desde los niveles de oxígeno y la temperatura hasta los animales por metro cuadrado, y proporciona información y alertas para ayudar a los trabajadores a aprovechar los recursos y mejorar la sostenibilidad y el bienestar animal. El proyecto se llevó a cabo en menos de un año y les ha permitido ya alcanzar los resultados que tenían previstos para 2024: han pasado de contar con 800 kilos de crustáceos por hectárea a 3.200 y se ha ampliado la contratación de trabajadores del entorno local, convirtiéndose así en una de las granjas con mayor productividad y rentabilidad de Pescanova.
Tecnología disruptiva para transformar la acuicultura
Los trabajadores de Marfrisco recorrían en barca, y de forma recurrente a lo largo del día, los diferentes estanques del cultivo para alimentar a los langostinos de forma manual. La tarea, físicamente muy exigente, necesitaba ser transformada digitalmente para mejorar tanto las condiciones del cultivo como de los empleados: “En Pescanova, buscábamos ser el referente mundial en acuicultura en los próximos 4 años. Si queríamos saber cuántos animales había en cada área y si el agua contaba con las condiciones más favorables, necesitábamos tecnología para ello”, explica Javier Aguilera, director de Acuicultura de Nueva Pescanova. “El principal reto era la ubicación de Marfrisco. Queríamos desarrollar conexiones e Inteligencia Artificial en un lugar donde ni siquiera es posible utilizar el teléfono móvil”.
Para abordar este proceso de digitalización, Nueva Pescanova apostó por Microsoft. “No contábamos con datos históricos ni ninguna plataforma digital previa, por lo que tuvimos que ser disruptivos desde el primer día. Decidimos aplicar la predicción manual a la Inteligencia Artificial de Microsoft y tuvimos un éxito tremendo”, señala Guillermo Renancio, director de Tecnología de Nueva Pescanova.
El equipo de Microsoft responsable del despliegue se dio cuenta de que la información que necesitaban para construir una plataforma predictiva estaba en la mente de los acuicultores de Pescanova: les entrevistaron y aplicaron su conocimiento a diferentes sensores ubicados en los estanques, utilizando sensores IoT. Igualmente, se instalaron hidrófonos (micrófonos diseñados para trabajar sumergidos en el medio acuático y escuchar los patrones de alimentación de los langostinos) y alimentadores automáticos de diferentes proveedores.
A través de la Inteligencia Artificial, Microsoft 365 y Azure, la nube de Microsoft, Nueva Pescanova pudo ampliar el conocimiento de la información extraída de los animales masticando captados bajo el agua. Este indica la presencia de crustáceos en cada uno de los sectores de los estanques y la frecuencia de masticación cuando se alimentan. De ese modo, es posible extrapolar la cantidad de alimento que demandan, cuándo se sacian o cuándo vuelven a tener hambre. Así, las estaciones de alimentación automáticas depositan en el agua la comida bajo demanda real, permitiendo aportar la ración idónea en cada momento para maximizar el bienestar de los langostinos y lograr la máxima productividad de la explotación sin desperdicio de alimento.
Apuesta por un futuro sostenible
Junto con la implantación de Smart Farm, ambas compañías diseñaron un programa de capacitación para que los acuicultores transformaran su actividad diaria aprovechando la tecnología para reducir las tareas de carácter físico y hacer su labor más cómoda y efectiva. «Ha sido un proceso muy rápido. Hemos implementado todos los cambios en menos de un año y los indicadores de nuestra explotación han pasado de estar a la cola a situarse entre los primeros puestos. Además, el programa ha tenido un impacto muy positivo en la vida de nuestros trabajadores y sus familias, con una mejora de sus capacidades y proyección, así como un acercamiento al uso de la tecnología, también fuera de la granja.«, explica Omar Portugal , director de la granja de Marfrisco en Pescanova.
Gracias al aumento de la productividad, se ha ampliado la contratación de trabajadores del entorno local: “La transformación tecnológica y digital de los acuicultores es también una transformación humana. Estamos anticipando ya los resultados que proyectábamos para 2024. Eso normalmente no ocurre en las empresas. Más bien, lo contrario«, continua Ignacio González, CEO de Nueva Pescanova.
Para Nueva Pescanova y Microsoft, el proyecto pionero de Marfrisco es un ejemplo de cómo es posible mejorar la eficiencia y sostenibilidad de los cultivos acuícolas, facilitar la predictibilidad del negocio y mejorar la salud y el bienestar animal gracias a la tecnología. «Estamos consumiendo productos más sostenibles y ayudamos a la comunidad local simplemente gracias a la tecnología y cómo optimiza nuestra forma de trabajar. Es lo que mejor que podemos tener, hoy en día, para mejorar nuestro futuro«, finaliza Pedro Morgado, director de Proyectos de IoT en Microsoft.