Puertos urbanos, desde Copenhague hasta Estocolmo, pasando por Barcelona; esta es la inspiración de Fiskebar (Real Club Maritim de Barcelona. Port Vell), un lugar que mira Barcelona desde el mar. Tomás Tarruella y el equipo de Grupo Tragaluz, han creado el concepto Fiskebar y el estudio de Interiorismo de Isern Serra ha sido el responsable de plasmar la idea con sencillez y sensibilidad.
Simplicidad con detalle, Fiskebar nace de un concepto raw, auténtico y matérico. La belleza realzada por lo artesano, materiales puros, la roca, pocos elementos y autenticidad. El interior es sereno y cálido, con líneas minimalistas que hacen resaltar el entorno en el que se encuentra: El Reial Club Marítim de Barcelona, en el Port Vell de la ciudad.
La sala principal es un espacio volumétrico acristalado donde la barra, que da nombre al restaurante, es el alma, el eje central y dinamizador con presencia de los productos del mar y de la tierra. Desde la terraza se puede disfrutar de uno de los atardeceres más bonitos de Barcelona.
Lo nórdico y los mediterráneo
Los chefs Àlex Durán y Matteo Spinelli son los responsables de la cocina basada especialmente en pescados, mariscos y algas con fuerte influencia nórdica y también mediterránea. Pasta con mar, verduras con mar, arroz con mar. Predominan los vinos ecológicos y orgánicos y la cerveza bien tirada. Prima la elección de proveedores y productos locales y sostenibles. Honestidad y cercanía con sabor, calidad y técnica.
Según su propio lema, «Fiskebar es el Mar desde otra perspectiva, el Mar del Norte con la luz del Sur».