18/70, la cerveza que nació en las barras vascas para convertirse en todo un signo de identidad de esas mismas barras, presenta una nueva edición limitada: 18/70 La Nuestra. Una propuesta con ingredientes locales, con estilo propio, «con nuestra agua, con nuestro lúpulo», que da como resultado una cerveza tostada kilómetro cero.
18/70 La Nuestra sigue el camino de 18/70 La Gilda. Esta creación fue la primera edición limitada de la marca que surgió como un homenaje a las barras vascas y a la cultura de la caña y el pintxo. Tomando como referencia una de las propuestas gastronómicas más reconocidas: La Gilda. Una cerveza que al igual que 18/70 La Nuestra apoyaba a los productores locales y la utilización de ingredientes kilómetro cero.
Esta nueva edición limitada de 18/70 es una cerveza muy nuestra que da voz a historias reales de personas que comparten con la marca su pasión por defender lo auténtico, desde su barrio, pueblo o ciudad. Y que al igual que esta cerveza han hecho de la simplicidad y el amor por lo local su razón de ser.
Historias de «Los Nuestros»
Historias como la de los emprendedores Javier, Álvaro y Juan, que hace 3 años comenzaron un proyecto muy personal bautizado con el nombre de “Biribil”. Inspirándose en el queso italiano, pero aplicando un estilo personal y utilizando productos de origen local, estos tres jóvenes elaboran burrata y mozarella con una personalidad propia que les hace únicos.
En el ámbito de la gastronomía, se desarrolla también otra de las historias a las que da visibilidad 18/70 con esta nueva edición limitada. Ubicados en Munguía, al frente de la panadería “Gure Ogia” están Eneko y Unai. Ambos heredaron el proyecto iniciado por su familia en 1993 y decidieron volver a los orígenes para elaborar producciones limitadas de pan de gran calidad. Inspirados en su abuelo, recuperaron las técnicas tradicionales de elaboración del pan, utilizando maíz, leche fresca, huevos, miel, y trigos de cercanía, para amasar y hornear panes como el Txakinarto, un pan hecho con maíz del mismo nombre, que ellos mismos cultivan y muelen en un molino de la zona, consiguiendo una harina auténtica gracias a los recursos que les proporciona la tierra.
Aleovitro, para mejorar las especies vegetales
En las diferentes historias que forman parte de este entrañable proyecto de 18/70, mención especial merece por su vínculo con la marca local, la empresa biotecnológica que nació en el año 2014, “Aleovitro“. Liderada por Eneko Ochoa y Antonio Laso, el objetivo que persiguen es la selección y mejora de especies vegetales. Destacando, el interés en la obtención de lúpulos locales, exclusivos y de alta calidad. Aleovitro junto a 18/70 han trabajado de la mano en el desarrollo de lúpulo de origen autóctono que se cultiva en el País Vasco. Lúpulos que se están utilizando para elaborar las diferentes ediciones limitadas de la marca. Promoviendo así de forma conjunta el desarrollo del lúpulo vasco.
De la plantación y el cuidado de estos lúpulos, se encarga la familia Zabala. Una familia especializada en la producción de sidra, que de generación en generación mejora día a día su proceso de elaboración. Los hermanos Zabala, Luis y Martín, personalmente se encargan de cuidar y cosechar sus plantaciones de manzanos, para elaborar posteriormente sidra.