La nueva añada de Corimbo (22 euros) muestra un perfil fresco, frutal y mineral, ejemplo de un nuevo estilo de Ribera del Duero.
Corimbo 2018 es la nueva añada del vino más fresco de Bodegas La Horra. Se trata de un tinto donde el marcado perfil primario se une a la finura de la crianza, con mucha expresividad de frutos rojos y notas minerales, que responde al afán innovador de la bodega por buscar un estilo que combine en perfecto equilibrio la fruta y la frescura de la Tinta del País.
El de 2018, un año lluvioso
La añada de 2018 fue la posterior a la difícil 2017, que obligó a realizar unas complicadas labores de poda para paliar los efectos de la terrible helada que afectó a muchos de los viñedos en la mitad norte de España. Si 2017 fue muy seco, 2018 se puede considerar un año lluvioso, propicio para elaborar vinos con un plus de frescura.
El invierno fue seco y muy frío y las lluvias fueron cuantiosas en primavera, por lo que el viñedo acumuló unas reservas que resultaron muy beneficiosas en verano, cuando el agua escaseó. La vendimia llegó el 21 de septiembre y se alargó hasta el 16 de octubre, con unos resultados muy satisfactorios, uvas sanas, graduaciones alcohólicas moderadas y una buena producción.
Notas de cata
Estas circunstancias propiciaron que Corimbo 2018 sea un vino donde mandan las notas de fruta roja y la mineralidad, con una madera perfectamente integrada.
En la boca, la expresividad frutal se sigue haciendo patente, hay notas de fruta roja y algún destello de bayas negras; el tanino es finísimo, y el conjunto es elegante y fresco, de volumen medio, es un tinto delicado y fino que muestra la búsqueda de un nuevo estilo de Ribera, donde se destaquen las características del suelo y el perfil más sincero y primario de la variedad.