Una de las claves se esconde tras la vitamina B-6 de la miel. Este nutriente contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario, que a su vez es el responsable de la producción de anticuerpos contra virus y bacterias.
La miel siempre ha estado muy presente en la historia del ser humano, alabada por diferentes civilizaciones (pueblos nómadas, sumerios, egipcios, fenicios, griegos, romanos, árabes…) debido a su valor nutritivo. También es un alimento que desde la antigüedad se ha utilizado con fines medicinales, pues se le atribuyen beneficios para la salud.
Y es que, ¿quién no ha tomado un vaso de agua caliente con miel y limón para aliviar un catarro?
Pese a que su eficacia contra esta dolencia no está científicamente demostrada, sí que se ha comprobado que su alto contenido en vitamina B-6 contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario. Por ello, los expertos en nutrición se centran en destacar que ayuda a producir los anticuerpos que hacen frente a virus y bacterias que afectan al organismo humano.
¿Qué cantidad de miel debo consumir al día?
En consecuencia, un consumo habitual de miel contribuye a que la vitamina B-6 prepare al sistema inmunitario para luchar contra virus y bacterias, patógenos que suelen prosperar en condiciones gélidas y secas, es decir, cuando somos más susceptibles a coger gripes y resfriados.
Una persona adulta, sin problemas de salud ni de peso y que no ingiere cantidades excesivas de azúcar puede tomar una cucharada de miel (entre 10 y 12 gr.) a diario. Así, bastaría con sustituir la tradicional cucharada de azúcar por una de miel para edulcorar tanto el café matutino como un yogurt natural o incluso utilizar esa cantidad para bañar las tostadas o tortitas del desayuno.
“La miel es un alimento que no tiene ningún tipo de procesado, al igual que pasa con la fruta. Asimismo, contiene infinidad de micronutrientes, como vitaminas y minerales. De hecho, es muy importante saber que estos componentes presentes de manera natural en los alimentos son los que cuentan con efectos positivos para la salud”, manifiesta la nutricionista Paloma Quintana.
¿Qué otros beneficios saludables aporta la miel?
Contribuir al metabolismo energético normal y a la formación de glóbulos rojos, disminuir el cansancio, regular la actividad hormonal y aportar minerales de manera equilibrada son otros beneficios para la salud -verificados por la ciencia- que proporciona la vitamina B-6 de la miel.
Pero sobre todo la miel es una fuente importante de hidratos de carbono, que contribuyen a la recuperación de la función muscular normal después de realizar trabajos físicos e intensos. Este efecto benéfico se obtiene al consumir hidratos de carbono de todas las fuentes en una ingesta total de 4 gr. por cada kg. de peso corporal, en dosis tomadas antes de transcurrir cuatro horas (o, como máximo, seis), después de finalizar un ejercicio o actividad física de gran intensidad.
Por lo tanto, la Asociación de Comerciantes y Envasadores de Miel ASEMIEL-ANIMPA reta a los españoles a transformarse en Mielenials, familias jóvenes y modernas que desayunan con miel para afrontar con energía las clases de gimnasia en el colegio o las reuniones matinales en el trabajo. El reto consiste en desayunar al menos un día con miel de Europa durante 15 semanas.
De tal manera, ha incorporado a su página web www.desayunaconmiel.eu una planificación de 15 semanas con vídeorecetas para incluir este edulcorante natural en la primera comida del día.
