Ambos grupos de restauración madrileños se han unido para llevar a cabo una actualización integral del espacio y de la propuesta gastronómica y de ocio del emblemático Club Financiero Génova de Madrid.
Familia La Ancha y Azotea Grupo dan la bienvenida al nuevo Club Financiero Génova, una versión renovada del mítico club social y empresarial madrileño ubicado en el Centro Colón, que fue inaugurado en 1973. Este espacio –que pretende recuperar lo mejor de la tradición de los clubes de los siglos XIX y XX y adaptarlo a un club del siglo XXI –acaba de reabrir sus puertas para recibir de nuevo a sus socios y también al público general que, por primera vez en 50 años tendrá ocasión de acceder a esta exclusiva localización, siempre previa reserva a través de su web, bajo condiciones de días y horarios y respetando la política de admisión del Club Financiero Génova. Así, con la renovada propuesta, la esencia de la experiencia de club permanece intacta, conservando las consignas de exclusividad y de singularidad, entendida de una manera contemporánea. El renovado Club Financiero Génova ofrece unas instalaciones de más de 2.800 metros cuadrados repartidos en dos plantas. La planta 14 del edificio acoge una zona de trabajo exclusiva para socios, dos comedores, además de dos barras y terrazas desde las que se puede disfrutar impresionantes panorámicas de Madrid y donde también se encuentra la zona reservada para eventos privados y corporativos, que dispone a su vez de una terraza propia. Por su parte, en la azotea de la planta 15 se ofrece una propuesta de coctelería de autor con una carta de picoteo y todo ello en una atmósfera más distendida de mesas altas y sofás, con un marco incomparable como es el skyline madrileño de fondo. Así, el Club Financiero Génova ofrece una vista de 360º de Madrid única, brindando uno de los mejores atardeceres de la ciudad, así como un ambiente exclusivo y dinámico en el que disfrutar de este nuevo espacio que abre sus puertas a la ciudad. Múltiples usos y públicos Para hacer realidad este proyecto, Familia La Ancha y Azotea Grupo han unido esfuerzos poniendo cada uno lo mejor de ellos mismos. El resultado es una sinergia perfecta para dar vida al nuevo Club Financiero Génova y responder a todas las necesidades de un espacio con múltiples usos según los diferentes momentos y los distintos públicos. Para José Manuel García, CEO de Azotea Grupo,“el nuevo Club Financiero Génova ofrece un espacio y un concepto únicos, con una situación exclusiva en un lugar muy emblemático de Madrid y brindando una de las mejores ubicaciones y vistas de la ciudad”. Esta alianza enriquece los servicios que el Club Financiero Génova, una entidad pionera en la definición del lujo y la excelencia, ofrece a sus socios, posicionándose como lugar de reunión de referencia que acoge ya, además de toda su habitual propuesta de actividades, una novedosa oferta de ocio y gastronomía. En palabras de Arturo de las Heras, presidente del Club Financiero Génova, “se abre una nueva etapa en la vida del Club Financiero Génova con la que hemos querido recuperar los valores que siempre adornaron a este club de negocios, modernizándolo y llevándolo al siglo XXI”. |
Gastronomía con el sello de Familia La Ancha Para Nino Redruello, cabeza visible y cuarta generación de Familia La Ancha, un grupo centenario que hoy gestiona una decena de establecimientos y un delivery entre Madrid y Barcelona, “este ha sido un proyecto ilusionante, ya que nos ha hecho plantearnos cómo es un club en España y cuáles son las diferencias respecto a un restaurante a pie de calle”. La personalidad, “que ocurran y se ofrezcan cosas que no se pueden encontrar en otros lugares”, la personalización de la oferta “para satisfacer tanto a socios como a no socios y para adaptarse a lo que se demanda tanto a mediodía como por la noche” y el cuidado de los detalles son algunas de ellas. Partiendo de esta reflexión, Nino ha diseñado una carta amplia y dinámica (y lo irá siendo cada vez más con el objetivo de “no aburrir al comensal”) que tiene su inspiración en los más de 100 años de tradición de Familia La Ancha y en su filosofía de respeto al producto, en dos antiguos recetarios (de 1499 y 1920, respectivamente) y en algunas de las casas de comidas que han marcado un antes y un después en la historia culinaria de Madrid. Con el sello La Ancha pueden encontrarse sus célebres croquetas de jamón o una versión de la famosa tortilla Velazqueña, con salsa de callos, jamón, trufa o caviar. Entre las recetas antiguas rescatadas y actualizadas al estilo del chef sobresalen, por ejemplo, la ensalada de San Isidro, que tiene su origen en una tradición según la cual los labradores lavaban las lechugas de la tierra en la fuente junto a la ermita de su patrón pidiendo un año de lluvias y luego preparaban sustanciosas ensaladas con ellas para disfrutarlas en la pradera, o el calamar de anzuelo “a lo Sochantre», una preparación típica gallega a base de tomate que fue bautizada así por Don Manuel María Puga y Parga, cronista gastronómico de principios del siglo XX, en honor a un amigo sochantre de la Real e Insigne Colegiata de La Coruña. Destacan también otros platos de regusto tradicional como el arroz al horno de pitu de Caleya, los garbanzos glaseados con ternera y cigalitas, la merluza rebozada en salsa verde con berberechos o las albóndigas de ternera de Ávila; también, excelsas materias primas casi en estado puro como la dorada salvaje en tartar, las anchoas de Guetaria en salmuera, las alcachofas y los espárragos blancos de Tudela, los tirabeques ‘sugar snap’ o el lomo de res nacional a la parrilla; y, muy especialmente, el particular homenaje de Nino Redruello a algunas casas míticas a través de sus recetas más famosas. Por ejemplo, encontramos el caldo consumado que calentaba el alma y la conversación del mismísimo Valle-Inclán y sus coetáneos en el mítico Café de la Montaña, ubicado en la Puerta del Sol a finales del siglo XIX; una interpretación del memorable bistec del Café de Fornos, en la calle Alcalá; el lenguado entero rebozado que preparaban en Casa Aroca o el rape a la Jacobina, un homenaje a la familia Hormaechea que el propio Sacha le ha enseñado a hacer para replicar en el renovado restaurante del Club. Pronto, anuncia Nino, habrá también una versión del consomé gelée de Zalacaín o la menestra de Príncipe de Viana. |
Postres caseros La oferta del restaurante incluye también una nutrida selección de postres caseros entre los que no faltan la aclamada tarta de queso de Fismuler, con toques de queso azul y ahumado, y algunos clásicos de la repostería burguesa ya casi desaparecidos de la restauración como el soufflé Alaska (relleno de helado) o la isla flotante, una suerte de merengue sobre crema inglesa. Además de la carta y solo para los socios del Club, funciona un menú de mediodía a 45€ con tres primeros y tres segundos a elegir, postre y una bebida. Entre los principales siempre habrá un plato de cuchara y los lunes, filete Armando entre los segundos. Por su parte, el chef Manuel Berganza está a cargo de la propuesta gastronómica de los eventos haciendo gala de su capacidad creativa. |
Otro de los rasgos distintivos de un restaurante de club es, según Nino, el servicio: «aquí hemos podido poner en práctica nuestra pasión por atender, servir y agasajar», asegura. Y lo ha hecho rodeándose de un excepcional elenco de profesionales que, bajo la dirección de David Aguilar y la batuta del que fuera jefe de sala de Santceloni durante diez años, Tomás Álvarez, trasladan a un comedor tradicional la experiencia de las salas más exigentes y elitistas, eso sí, con frescura y contemporaneidad. Por su parte, la bodega contribuye también a generar esa sensación de exclusividad y singularidad propia de un club privado con una selección de más de 200 referencias nacionales e internacionales, con representación de múltiples denominaciones de origen y especial atención al apartado de vinos espumosos, que han sido cuidadosamente escogidos por la sumiller Alba Mozo. La coctelería del Club Financiero Génova la firma Luca Anastasio, que cuenta con más de 18 años de experiencia y es considerado uno de los mixólogos más conocidos y respetados a nivel internacional. La imaginación de Anastasio le ha llevado a crear nuevos conceptos, poniendo su creatividad al servicio del Club Financiero Génova, en donde incorpora cócteles de autor sin olvidar las mezclas clásicas que ya tienen un lugar ganado en el paladar de los clientes. Así, la propuesta de coctelería del Club Financiero Génova es una reinterpretación moderna de la coctelería de finales de 1800 y principios de 1900, antes de la Ley Seca. Es una coctelería sin zumos ni purés, para la que buscamos ingredientes de primera calidad. Nos referimos a destilados premium, a vermuts artesanales, los mejores bitters del mercado e incluso algunos elaborados por el equipo del Club. “Lo que buscamos son tragos sobrios y limpios, pero muy bien balanceados y que puedan maridar con la carta del Club. Estamos hablando de cócteles que, muchos de ellos, han estado olvidados y son nombres que en su época tuvieron mucha demanda y ahora los hemos rediseñado”, cuenta el mixólogo. |
Un diseño con la esencia de un club La renovación estética del nuevo Club Financiero la han llevado a cabo Arquitectura Invisible, estudio liderado por Ignacio Redruello, hermano de Nino y responsable de todos los proyectos de Familia La Ancha, junto con Alejandra Pombo, responsable del interiorismo de algunos restaurantes de Familia La Ancha y Azotea Grupo. De la parte conceptual del diseño y del germen del proyecto se ha encargado Arquitectura Invisible, distribuyendo las zonas y adaptando el espacio a las necesidades de los socios actuales. Se trata de un diseño que incorpora flexibilidad de uso y una gran libertad a la hora de circular, que hace que este club histórico se haya adaptado radicalmente a las formas de vivir de un club de hoy en día. “El hecho de que el Club abra también al público en general, ha requerido ser aún más fino a la hora de crear un diseño polivalente y accesible para todos”, declara Ignacio Redruello El nuevo interiorismo del Club Financiero Génova es un diseño de Alejandra Pombo. En él ha empleado materiales nobles de toda la vida como mármol, concediendo gran protagonismo también a la madera junto a luces cálidas y un mobiliario que evoca al de los clubes tradicionales. “Ha sido un privilegio poder actuar en un espacio emblemático como este, con una terraza 360º de Madrid y de la mano de dos grupos gastronómicos tan potentes”, cuenta Alejandra Pombo. |