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Un estudio de Harvard asocia el consumo moderado de alcohol a la salud cardiovascular

El consumo moderado de alcohol se relaciona con una reducción del riesgo cardiovascular y la posibilidad de sufrir un episodio cardiovascular severo disminuye en un 22%. Este beneficio podría atribuirse a una disminución del estrés psicológico. (235 caracteres)

Además, se ratifica que la posibilidad de sufrir un episodio cardiovascular más severo, como un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular, disminuye en un 22% entre aquellos que ingieren alcohol de manera moderada. El análisis realizado por la Universidad de Harvard, que ha estudiado a más de 50.000 personas, sostiene que este beneficio podría atribuirse a una disminución del estrés psicológico.

El consumo moderado de alcohol se relaciona con una reducción del riesgo cardiovascular, según un estudio observacional realizado sobre 50.973 voluntarios estadounidenses, de una media de edad de 60 años, siendo el 61% de ellos mujeres.

El estudio publicado por la revista Journal of the American College of Cardiology, considerada una de las mejores del mundo en el ámbito de la cardiología, sugiere que la reducción del riesgo cardiovascular que se atribuye al consumo ligero y moderado de alcohol podría estar asociada con cambios en el cerebro, al disminuir la activación de la red neuronal relacionada con el estrés. Una reducción del riesgo que se duplicaba en los participantes con ansiedad.

Reducción del estrés psicológico

El Dr. Josep Masip, cardiólogo y coordinador científico de FIVIN, explica que “este estudio reciente ha vuelto a encontrar que el consumo moderado de alcohol reduce el riesgo cardiovascular. El estudio liderado por la Universidad de Harvard y que ha analizado más de 50.000 individuos, ha encontrado, además, que el beneficio podría ser debido a una reducción del estrés psicológico”.

En este estudio han participado difrentes departamentos multidisciplinarios de las universidades de Yale, Massachusetts, Boston, Nueva York, Cambridge y Medford, liderados por la universidad de Harvard.

El nivel de consumo de alcohol se clasificó como nulo/mínimo cuando era menos de una bebida/semana; consumo ligero/moderado con 1-14 bebidas/semana; y, consumo alto más de 14 bebidas/semana. El estudio confirma que el consumo moderado de alcohol se asocia con una menor probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular y confirma que el riesgo de padecer un evento cardiovascular más grave, como un infarto de miocardio o un ictus, entre las 27.053 personas que consumían alcohol moderadamente era un 22% más bajo que las 23.920 que tenían un consumo nulo o mínimo (menos de una bebida por semana).

El análisis de la Tomografía por Emisión de Positrones (PET) ha observado que los individuos que tenían un consumo ligero o moderado tenían menor activación de vías cerebrales relacionadas con el estrés a nivel de las amígdalas cerebrales, que aquellas personas que no bebían o tenían un consumo muy bajo. Por el contrario, consumos elevados se asociaban con mayor activación. Con ello, la investigación pudo relacionar la reducción del riesgo cardiovascular con una menor actividad de las redes neuronales mentales relacionadas con el estrés.

El estudio, además, ha confirmado que la reducción de la actividad de estrés y del riesgo cardiovascular era mayor en los individuos con un diagnóstico previo de ansiedad.

Pautas apropiadas de consumo moderado

Numerosos estudios científicos demuestran que, si se siguen las pautas apropiadas de consumo moderado, y no se rebasan, el vino puede formar parte de un estilo de vida saludable y su consumo tiene contrastados beneficios en la salud, siempre hablando de adultos sanos. Puede ser perjudicial si se consume de forma abusiva tal y como pasa con otros muchos alimentos. Por ello, es muy importante distinguir entre el consumo moderado y el consumo abusivo.

Por último, la fundación recuerda que, aunque numerosos estudios han demostrado los beneficios para la salud del consumo moderado de vino, la mayoría de los investigadores advierten que ello no es suficiente motivo para que alguien que no bebe comience a hacerlo por motivos de salud.  Cualquier estudio sobre el vino y la salud no reemplaza el consejo médico de un profesional.

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