La vendimia 2023 ha sido una cosecha atípica, no sólo por su temprana fecha de inicio, sino porque su desarrollo ha ido especialmente vinculado al clima, que ha trastocado los planes de los más previsores.
La escasez de lluvia, su llegada tardía o su aparición estelar en septiembre, que obligó a parar el trabajo en el campo, ha sido sin duda la protagonista, influyendo considerablemente en el resultado de la campaña.
Merma de cantidad, impecable estado sanitario
A falta de finalizar con la Merseguera en el Alto Turia, los primeros datos arrojan mermas del 30- 40% con respecto al año anterior. Una bajada considerable en el rendimiento que pone de manifiesto las consecuencias del cambio climático. Situación que se compensa con el extraordinario estado sanitario de la uva que ha entrado en bodega en excelentes condiciones y con un buen grado alcohólico lo que hace presuponer que este año nos encontraremos con grandes vinos.