Las Cuevas de Luis Candelas y La Mallorquina, dos nuevos locales centenarios que pasan a formar parte de la Asociación de Restaurantes y Tabernas Centenarios de Madrid. Con estas nuevas incorporaciones, son ya 14 los establecimientos que componen la Asociación, en su afán por mantener y preservar la historia y la gastronomía de Madrid. En la imagen, el cochinillo de Las Cuevas de Luis Candelas.
Dos nuevos locales centenarios se suman a la extensa historia y tradición gastronómica que caracterizan a la Asociación de Restaurantes y Tabernas Centenarias de Madrid, consolidándola como un referente imprescindible en la escena culinaria de Madrid. El resto de los miembros de la Asociación son Bodega de la Ardosa, Botín, Café Gijón, Casa Alberto, Casa Ciriaco, Casa Labra, Casa Pedro, La Casa del Abuelo, Lhardy, Malacatín, Taberna Antonio Sánchez y Posada de La Villa.
Las Cuevas de Luis Candelas, desde 1860
Las Cuevas de Luis Candelas es uno de los restaurantes con más historia de Madrid. Fundado hace más de 150 años, en 1860 y ubicado en el Arco de Cuchilleros (junto a la Plaza Mayor), debe su nombre a las famosas Cuevas que dieron cobijo en el S.XIX, al bandolero más conocido de la capital, Luis Candelas. Un bandido que robaba a los ricos para ayudar a los pobres. Hoy en día este restaurante, después de cuatro generaciones de la misma familia, ofrece una excelente cocina tradicional madrileña, donde destacan entre otros, el Rabo de Toro, los asados de Cochinillo y Cordero en horno de leña, el Cocido Madrileño, la Merluza a la Cazuela, o los Callos. Esto, unido a un cuidado servicio, dotan a este restaurante de un encanto especial, que hace retroceder en el tiempo a todo aquel que lo visita.
Félix Colomo, afamado y reconocido torero de Madrid nacido en Navalcarnero, se enamora de las viejas cuevas bajo el Arco de Cuchilleros, donde se encontraba el viejo despacho de vinos, convirtiéndolo en el actual restaurante, para que la historia del viejo Madrid perdure en el tiempo. Félix Colomo conjugó el sueño de ser torero con el de la restauración, dedicándose en cuerpo y alma a sus queridas Cuevas. Con más de siglo y medio de historia “Las Cuevas de Luis Candelas” sigue abriendo sus puertas día a día, conservando el estilo, tipismo y singularidad de aquella época, guardando el secreto de la mejor gastronomía tradicional.
La Mallorquina, desde 1894
En su obrador, el más céntrico de España en pleno kilómetro cero, fundado en 1894, se trabaja con las recetas tradicionales junto con la repostería más actual. Los maestros pasteleros elaboran desde las 6 de la mañana productos de primera calidad, para que los clientes pueden disfrutar de dulces recién horneados, con los mejores Ingredientes naturales, sin conservantes, aromatizantes o estabilizantes.
Fueron la primeros en introducir el Roscón de Reyes en España y no hay madrileño que no haya probado su Napolitana de crema o chocolate, el producto más vendido, junto al Croissant, las Trufas, la Reina de nata, Pastas de té o el Bartolillo, una receta genuina que hoy en día permanece en muy pocas pastelerías.
La historia de la Mallorquina va unida a la de la propia capital, aunque fueron tres mallorquines (Balaguer, Coll y Ripoll) quienes fundaron el establecimiento, ofreciendo en su tienda y salón de té productos como las ensaimadas, sobrasadas y fiambres, en conservas de calidad o el jamón dulce servido con huevo hilado. Pronto el establecimiento cobró vida con animadas tertulias en donde se servía café, chocolate o incluso cerveza. Era un local elegante y refinado con un servicio de camareros vestidos de frac que hablaban en francés. Todo ello en un ambiente de clientes ilustres, desde poetas, escritores, políticos o miembros de la Casa Real.
