Xalte, la exclusiva flor de sal recolectada de forma artesanal en Colima (México), irrumpe en España como el ingrediente que potencia los sabores en la cocina de vanguardia y la mixología de autor. Su excelencia y la del resto de las sales de Xalte ha sido reivindicada durante un taller de coctelería y un showcooking a cargo del chef Roberto Ruiz (en la imagen junto a los responsables de Xalte en España), que tuvo lugar en la Casa de México en Madrid.
Xalte, la marca de flor de sal mexicana más codiciada por los chefs, aterriza en España. Para presentar los valores y usos de sus exclusivas sales en gastronomía y coctelería, el marco elegido no ha podido ser más representativo: la Fundación Casa de México en España. Un espacio que no solo promueve la riqueza cultural y gastronómica del país, sino que también sirve de puente entre ambas naciones a través de su patrimonio culinario. En este entorno, Xalte mostró su potencial como el ingrediente perfecto para reinterpretar la cocina mexicana en clave contemporánea.
De la mano de Roberto Ruiz
Roberto Ruiz, el chef mexicano que hizo historia al ser el primero de su país en recibir una estrella Michelin en Europa, conocido por su enfoque innovador y su respeto por los ingredientes de calidad, presentó diversas aplicaciones de las sales de Xalte en la alta cocina, resaltando la importancia de su pureza y su capacidad para potenciar cada matiz de sabor.
Durante la presentación, los asistentes pudieron degustar dos creaciones que ponen en valor la versatilidad de las sales de Xalte: El taco de solomillo, donde la intensidad del solomillo de vaca rubia gallega se realza con la profundidad ahumada de la sal de Xalte de chile chipotle, acompañada de aguacate machacado y un fresco pico de gallo. Y la tostada de ceviche raspado de carabinero, en la que el carabinero, cortado en tartar y realzado con jalapeño y cebolla morada, encuentra el equilibrio perfecto con la combinación de las sales de Xalte de ajo ahumado y de chile chiltepín, potenciando su sabor con un toque picante y ahumado.
Además de su papel en la gastronomía, Xalte demostró su versatilidad en la mixología con un taller de coctelería en el que se elaboraron dos cócteles icónicos mexicanos: la Paloma –con las sales de romero y ajo con jengibre- y la Michelada –versionada con las sales de chipotle y maracuyá-. En cada uno, las diferentes sales infusionadas de Xalte jugaron un papel fundamental para equilibrar los sabores y aportar un toque diferencial.
Con esta acción, Xalte se ha mostrado como un ingrediente clave en la cocina. A nivel gastronómico, aporta matices únicos y realza los sabores naturales de los ingredientes sin enmascararlos, siendo ideal para carnes, pescados, vegetales y postres. En la coctelería, su textura y pureza la convierten en la elección perfecta para dar el toque final a cócteles emblemáticos y creaciones innovadoras.
Los valores de Xalte
Xalte es el reflejo de una filosofía que une tradición y responsabilidad. Su identidad se basa en cuatro pilares fundamentales:
Origen artesanal: Se recolecta de manera natural en las salinas de Colima, utilizando métodos tradicionales transmitidos de generación en generación.
Impacto social: Su producción fomenta el desarrollo sostenible de las comunidades locales, generando empleo y preservando oficios ancestrales, como la elaboración de sus saleros de cerámica negra.
Sostenibilidad: Desde la recolección hasta el empaque, cada etapa respeta el medioambiente. Xalte apuesta por un modelo de producción sin químicos ni procesos industriales y por un packaging reutilizable y libre de plásticos de un solo uso.
Salud: Con un 15% menos de sodio que la sal convencional, es una opción más saludable para quienes buscan reducir su consumo sin perder sabor. Además, es rica en minerales esenciales como magnesio y calcio, y está libre de microplásticos.