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Ricardo Crespo, cabrero de Alma Makro en la Sierra Calderona

Ricardo Crespo es un ganadero de caprino radicado en Olocau, en el Parque Natural de la Sierra Calderona, en la provincia de Valencia, aunque el Parque también se extiende a la de Castellón. La Calderona se sitúa en las estribaciones del Sistema Ibérico y tiene una extensión aproximada de 60.000 hectáreas.

Separa las cuencas de los ríos Palencia, al norte, y Turia, al sur. Por su cercanía a la ciudad de Valencia, apenas una veintena de kilómetros, está considerada como el principal pulmón de la capital levantina.

Allí se estableció Ricardo hace cuatro años partiendo de una filosofía tan razonable como radical: «Somos la última generación con capacidad de poder hacer algo, porque estamos en un punto de no retorno: o trabajamos para cambiar esto o tiramos la toalla».

 

Red natural de cortafuegos

Bajo este planteamiento, en 2012 se convirtió en pastor de cabras que viven en libertad para producir hamburguesas y salchichas de una carne de gran calidad. Pero verdaderamente su afán última ha sido siempre proteger los bosques y preservar el orden real de los ecosistemas. Es precisamente la recuperación del pastoreo de cabras la que, como sucedía en el pasado, permite crear una red de cortafuegos totalmente natural para la prevención de incendios.

Los verdes montes de la comarca del Campo de Turia, en la Sierra Calderona, fueron el enclave escogido por Ricardo para ubicar estas cabras que así han vuelto a su hábitat natural. Comenzó a visualizar esta idea mientras hacía ejercicio por el Parque Natural y veía árboles monumentales asfixiados por vegetación y rastrojos que podrían desaparecer en caso de incendio. Hoy, su sueño es ya una realidad.

Ricardo Crespo cuenta que «hoy mi rutina consiste en levantarme de madrugada, ir hasta el cerro donde están las cabras y guiarlas durante el día». Y da la impresión de ser inmensamente feliz. Él ha conseguido volver a conectar con la Naturaleza, llenar sus pulmones de oxígeno y, además, ofrecer carne proveniente de unos animales que viven disfrutando de la libertad de los montes. «Junto con Alma Makro, colaboramos -añade- para devolver a los bosques una parte de lo que nos han dado, con una forma de producción tradicional y respetuosa con el hábitat natural».

La excelencia de la labor que desarrolla Crespo radica en que la vida de sus cabras se asemeja a la que disfrutaban sus antepasadas, basada en la libertad en su entorno natural, tanto para moverse como para alimentarse. No conocen los piensos; tan solo los pastos de los montes, aceitunas y algarrobas procedentes de árboles centenarios característicos del ecosistema de la Sierra Calderona. De esta forma se obtiene una carne absolutamente natural, sin aditivos, mediante un proceso respetuoso con el medio ambiente y el entorno.

 

Hamburguesas y salchichas de máxima calidad

Por lo tanto, las hamburguesas y salchichas de cabra, rojas y blancas, responden a la máxima calidad alimentaria, al tratarse de carne procedente de ganado caprino alimentado exclusivamente a base de pasto de montañas. Se descarna el esqueleto y se elaboran unos jugosos filetes, listos para hacer las delicias de cualquier paladar que se pueden encontrar en diferentes establecimientos Makro. Un producto de la máxima calidad revestido de un sabor intenso y lleno de matices.

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