Cuando se cumplen siete años desde que Saúl Sanz abriera su primer restaurante en el número 13 de la calle San Bernardino de Madrid (de ahí el nombre que todavía mantiene en su emplazamiento de General Pardiñas, 36), Treze se consolida como un lugar de peregrinaje para aquellos que buscan una cocina honesta, de sabores reconocibles y, sobre todo, al servicio de la temporada.
En pleno corazón del Barrio Salamanca, Treze es una casa de comidas contemporánea que se alza como una puerta de entrada a la alta cocina de fondos y productos a precio razonable. Un punto de encuentro entre generaciones que combina sabiamente recetas y sabores tradicionales con las últimas tendencias gastronómicas a través de una carta en constante evolución. Dentro de la misma, destacan platos que se han convertido en clásicos como la caballa y sardina ahumada con tomate de la huerta y emulsión de aguacate y remolacha, el sorprendente pichón, gyozas, Portobello y oloroso, la sabrosa molleja de ternera sobre manitas de cerdo al curry rojo o sus alabados carabineros en arroz cremoso. En sus postres, llaman especialmente la atención la tarta de queso Gamonéu y el cremoso de chocolate blanco, crumble, fruta de la pasión y menta.
Aunque uno de sus puntos fuertes es la caza, Treze renueva su carta cada temporada para incorporar de ese modo los mejores productos en platos como el tartar de atún con Dijon y ensalada de brotes, el gazpacho verde con centolla, los cangrejitos de playa crujientes en tempura o la ventresca asada sobre escalibada ahumada.
Saúl Sanz forma parte de una nueva generación que continúa la saga de grandes restauradores de la capital desde este restaurante familiar y de trato cercano que propone sentarse a disfrutar sin prisas en su acogedor salón. Más seguro que nunca de su cocina, Saúl apuesta por integrar en su oferta el Menú Festival, donde el comensal se pone en sus manos para sumergirse de lleno en su propuesta gastronómica con un menú que varía cada día y se adapta a las necesidades de los comensales.
