Icono tradicional y con merecida cátedra en la picaresca clásica española, la sota es provocadora: Siempre con una copa en la mano. ¿Vacía o llena? Imposible saber, pues es parte del juego. Esta figura, que es un 10 –en todos los sentidos- seguirá sonriendo con la ambigüedad de la Monalisa mientras nosotros hablamos de vinos… Por Javier Fernández Piera
– TIO DIEGO AMONTILLADO
Valdespino, D.O. Jerez – Xérès – Sherry
100% Palomino Fino
Criaderas y solera. Crianza biológica 8 años. Crianza oxidativa 6 años
Muchos misterios hay en Jerez… y es que, como buenos andaluces, traen mucha coña con sus historias. El excelente viñedo que da origen a este vino sito en D.O. Jerez – Xérès – Sherry se llama Macharnudo, que es “machacón” para la RAE, como lo fueron sus dueños al echar a los moros, eso sí, manteniendo costumbres pues “Machar” también es el topónimo árabe del cortijo o casería donde se elaboraba. Esto era hace mucho, y el Tío Diego, que no era de la familia Estévez que ahora dirige la bodega, no había nacido aún. Y por si eso fuera poco, hacen vino “Amontillado”: es decir, al estilo ejemplar de los que se hacían en Montilla, aunque -con todos los respetos- éste es un ejemplo en el que el alumno supera al maestro. Podríamos decir que “éste es una maestranza de vino”, pero iniciaríamos una guerra entre jerezanos y sevillanos. Así que tengamos la fiesta en paz. Mucha solera, unos 8 añitos de crianza biológica y otros 6 de oxidativa. A esa edad, las niñas ya están preparadas para el taconeo y el Tío Diego también: Es tiempo de patios, ferias y brindis. Y éste es un comienzo ideal ¡Olé!
– TADEO 2013
Cortijo Los Aguilares, D.O. Sierras de Málaga
100% Petit Verdot
Año y tres meses en barricas de roble francés
En este vino se juntan el hambre con las ganas de comer. De un lado, la Petit Verdot, una uva adolescente, inmadura, loca y sexy, pero que en Francia –de donde proviene- lucía porque iba en compañía de otras más guapas. Resulta que sale de allí y empieza a triunfar: es exótica y exitosa en todos los países que la honran con monovarietales, y que la dan el calor que necesita para que termine de madurar, pero lo justo para mantener su punto loco. Y, por otro lado, tenemos Ronda. Un lugar que ha sido musa de poetas, artistas y bohemios. Un escondite para el amor como han definido Hemingway, Joyce y Orson Welles. Ellos debieron llamar la atención de esta uva, pues entró en España por Ronda –ahora se conocen las de La Mancha, Jumilla, Méntrida, Almansa,…, pero entrar, entró por el sur. Y a partir de ahí, el equipo de una gran bodega se encargó del resto: interpretar la poesía de un terruño de la sierra de Málaga, que da suelo, clima y altitud propicios para esta variedad, y una elaboración “boutique”, respetando el cuidado francés original a una mini producción que no llega a 6000 botellas. ¡Olé!
– TINTILLA DE ROTA
Finca Moncloa. Vinos de la Tierra de Cádiz
100% Tintilla de Rota
Año y medio en barricas de roble americano y francés
¡Qué coraje usar tanto diminutivo para nombrar uvas! Tempranillo, Albariño, Palomino, Albillo, Tintilla… Luego decimos incongruencias como “Este Tempranillo es un gran vinazo” y nos extraña que la gente se asuste cuando hablamos de vino. Pues este es uno de esos “vinazos” –permítanme la expresión- ideales para los procesos iniciáticos del vino. Como las moscas a la miel, aquéllos quienes sientan la dulzura de esta desconocida gaditana quedarán hechizados y a los pies de Baco ad eternum. Los vinos dulces tienen esta ventaja, son regalos al paladar. Y si son tintos, juegan con la baza de la sorpresa. No es de extrañar que los responsables de esta joya, Finca Moncloa, pertenezcan a González Byass, grupo bodeguero de larga tradición para la elaboración de vinos secos y dulces del marco de Jerez. En este caso, sin ir muy lejos de su cuartel general, dejan sobremadurar la uva en sus viñedos de Arcos de la Frontera (Cádiz), la solean, y cuando tienen la concentración de azúcar deseada, proceden. El vino es un desconocido por la escasa producción de la zona, pero una maravilla organolépticamente hablando. Y ¡Olé!
Estos tres vinos cuentan tres historias de diferentes terruños, de diferentes culturas y de muy diferentes estilos. Pero todos provienen de fincas o parcelas exclusivas que los hacen únicos y todas de Andalucía. Cuesta mucho hacerlos, pero muy poco beberlos. Moderación y buena compañía. En la mesa mejor, y si aguantan en la mesa de juego ¡mejor aún! Sólo una advertencia, hay muy pocas botellas de cada uno, y la sota ya ha llenado su copa…