La marca navarra de Pacharán cambia su icónica botella por primera vez en más de 60 años y lo celebra con un hito único hasta la fecha. Durante dos días, David Yárnoz (El Molino de Urdániz, una estrella Michelín) está al frente de un txoko contemporáneo en Madrid. En la imagen, una de sus recetas, la pechuga de pichón con esencias de anís.
Han pasado más de 60 años desde que apareciera en el mercado el Pacharán Zoco, protagonista de sobremesas e historias, símbolo de arraigadas tradiciones y amistad. La emblemática marca da ahora un nuevo giro a su historia y, sin perder de vista sus raíces y ese objetivo primordial de ser el nexo de todo “lo que de verdad nos une”, se moderniza y sofistica con una espectacular nueva botella que deja atrás el modelo con el que se ha identificado durante casi medio siglo.
Ahora, sus líneas se modernizan. Un diseño octogonal y su transparencia es protagonista con el objetivo de mostrar la gran calidad del líquido que contiene, manteniendo algunos elementos diferenciadores, como el texturizado en los laterales. El logotipo también refleja el cambio manteniendo la esencia, plasmándose en una etiqueta más limpia para dar toda la relevancia a la marca.
“El cambio que estamos acometiendo en Zoco no solo se limita a la nueva botella-ha dicho Emilio Restoy Cabrera, director general de Grupo Diego Zamora, propietario de Zoco desde 2010-. Se trata de una evolución en la identidad y estrategia de la marca, a fin de hacerla más moderna y aspiracional”.
El Txoco de Zoco en Madrid
Para celebrar este paso adelante en su trayectoria, Zoco, pacharán elaborado con un 100% de endrinas navarras y con Denominación Específica de “Pacharán Navarro”, ha querido acercarse a sus consumidores y, en especial, a los más jóvenes, con una gran apertura en Madrid, un proyecto que habla de sus valores, de sus raíces, pero mirando al presente y al futuro, conectando generaciones y haciéndolas partícipes de algo nunca antes visto: El Txoko de Zoco.
Durante dos días, el chef David Yárnoz, propietario de El Molino de Urdániz, uno de los tres únicos restaurantes navarros con estrella Michelin, traslada a la capital su exquisita cocina de producto, arraigada, como Zoco, a su entorno, reinventada, también como Zoco, con la imaginación y creatividad de este joven autor que se ha convertido en exponente de aquello que muchos pretenden y no tantos consiguen: Recordarnos esos sabores anclados en nuestra memoria, presentados con un aire de vanguardia a través de la mejor materia prima de la tierra, de magníficas elaboraciones y depurada técnica.
Este particular txoko renovará la imagen que todos tenemos de las clásicas hermandades gastronómicas del norte rindiéndoles a la vez un homenaje, a ellas y a lo que suponen: compartir experiencias entre amigos en torno a los fogones, en confianza, sin tabús.
El Txoko de Zoco ha abierto sus puertas en la calle Montesa número 39 de Madrid, dos días con dos anfitriones de lujo, Zoco y David Yárnoz, quien ofrece en vivo y en directo una muestra de su arte culinario a los comensales que reservan plaza en este restaurante efímero. Según sus propias palabras; ‘se trata de una experiencia única que fusiona tradición y vanguardia y acerca la gastronomía navarra a Madrid.’
Además, este espacio está abierto a todo el que quiera disfrutar de manera gratuita de la mejor coctelería con pacharán Zoco y de deliciosas opciones de tapeo como foie al pacharán o queso Roncal al pacharán. Interesantes y divertidas sesiones de cata y de elaboración de pacharán y una muestra de la historia y evolución de la marca y la botella completan el Txoko de Zoco.
Menú y reservas
El menú compuesto por David Yárnoz está compuesto por casi una decena de pasos que rinden tributo a sus orígenes, compartidos con los de Zoco, y que incorporarán los diferentes elementos que forman parte del proceso de elaboración del pacharán, desde las ramas del endrino, su fruto, la endrina, hasta el producto final, el propio pacharán. Salmorejo de remolacha aromatizado con Zoco, romero y fresas; foie gras de pato ahumado con “prunus espinosa”; o endrinas, sorbete de remolacha y piñones son algunos ejemplos.