Acevin cifra en un 80 por 100 la recuperación del enoturismo

Durante el año 2022 se registraron casi 2,5 millones de visitantes, una cifra que supone un 58% más que durante el 2021 y una recuperación del 80% tras el parón de todo el sector turístico provocado por la pandemia. El impacto económico generado por las visitas a bodegas y museos del vino supera los 75 millones de euros. Las Rutas del Vino de España más visitadas durante 2022 fueron Marco de Jerez, Rioja Alta y Ribera del Duero. En la imagen, la Ruta del Vino y el Brandy del Marco de Jerez, la más visitada en 2022.

La Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) ha presentado el decimoquinto Informe Anual de Visitas a Bodegas y Museos del Vino asociados al club de producto Rutas del Vino de España. Este informe, elaborado a través del Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España, recoge los datos referidos al año 2022; unos datos que confirman la rápida recuperación del enoturismo tras el fuerte impacto que supuso la caída de todo el sector turístico en 2020 a causa de la pandemia de la Covid-19, y que suponen un aumento del 58,32% respecto al anterior estudio (2021) y una recuperación del 80,85% con respecto a las cifras de visitantes que se registraron en el último informe prepandemia.

El número total de visitantes a las bodegas y museos del vino asociados a Rutas del Vino de España durante 2022 ascendió a 2.487.255, frente a los 1.640.800 que se registraron en 2021. El aumento de visitas ha llevado aparejado, igualmente, un aumento en la repercusión económica de la actividad turística asociada a estos dos agentes (bodegas y museos del vino). Así, el impacto económico de esas visitas se sitúa ahora en 75.481.646 euros, superando en un 39,04% los ingresos registrados en 2021 y situándose a poco más del 12% de alcanzar las cifras de 2019.

Con respecto a este impacto económico hay que recordar que la cifra aportada por este Informe solo atañe a bodegas y museos, los dos establecimientos a los que se puede imputar de manera objetiva una visita motivada netamente por interés enoturístico. A ella habría que sumar la correspondiente a otros gastos en destino relacionados con otros establecimientos que también forman parte de las Rutas del Vino de España, como alojamientos, restaurantes o empresas de actividades, por lo que el impacto total sería mucho mayor. Una estimación aproximada nos llevaría a poder decir que el impacto económico global representado por el enoturismo de las 36 Rutas del Vino de España triplicaría la cifra registrada en bodegas y museos.

Las Rutas más visitadas

Prácticamente todas las Rutas continúan en una tendencia positiva al incrementar el número de visitantes con respecto al año anterior. Hay que señalar que se trata del primer informe tras la pandemia en el que no existían limitaciones en cuanto a la movilidad entre territorios en ningún momento del año. Los datos resultantes permiten establecer una clasificación en la que hay que tener en cuenta la diferenciación y especificidad de cada una de las Rutas.

Durante el año 2022 las Rutas que han recibido un mayor número de visitantes han sido la Ruta del Vino y el Brandy del Marco de Jerez, con 333.781 visitantes; la Ruta del Vino de Rioja Alta, con 213.974 visitantes; y la Ruta del Vino Ribera del Duero, con 281.918 visitantes. Superando la cifra de los 200.000 visitantes les siguen otras como la Ruta del Vino Penedès (262.693), la Ruta del Vino Rioja Alavesa (234.101) y Ruta del Vino de Calatayud (229.009).

De manera desglosada, las Rutas que recogen un mayor número de visitas a Bodegas son Marco de Jerez (299.823), Rioja Alta (282.954), Penedès (274.445), Rioja Alavesa (221.487), Ribera del Duero (208.016) y Rías Baixas (101.172); mientras las que suman un mayor número en cuanto a visitas a museos son Calatayud (225.393), Ribera del Duero (73.902), Arlanza (71.209), Garnacha (51.825), Madrid (41.865) y Marco de Jerez (33.958).

Durante el periodo de 2022 también se certificaron dos nuevas Rutas, Txacoli y Méntrida-Toledo, un hecho que refleja el creciente interés de los territorios vitivinícolas de nuestro país en crear productos enoturísticos de calidad como los representados por Rutas del Vino de España. Además, en muchas de las Rutas que ya formaban parte de la marca, se han creado nuevos servicios por lo que la oferta enoturística de servicios de Rutas del Vino de España es más completa y variada que nunca. Esa amplia gama de servicios empieza a posicionarse como otra de las fortalezas de la marca pues, gracias a este catálogo, es capaz de dar respuesta a las necesidades de los diferentes perfiles de enoturista.

Teniendo en cuenta todos esos datos, podemos afirmar que el enoturismo se impone como una de las vías claves para impulsar la economía de las zonas vitivinícolas, siendo un producto que, bajo el foco de la sostenibilidad, permite crear empleo, innovar y mantener población.

Más enoturistas internacionales

Los datos de este nuevo Informe señalan que sigue prevaleciendo el visitante nacional, que representa algo más del 80% de todas las visitas, pero si el anterior Informe de Visitantes a Bodegas y Museos de Rutas del Vino de España reflejaba la vuelta del turista internacional a los destinos de nuestro país, el de 2022 constata ese hecho y refleja un incremento en el porcentaje de enoturistas de procedencia internacional de algo más del 5%, llegando al 20,4% frente al 15,14% del año anterior, bastante cerca ya del porcentaje que representaba antes de la pandemia y que rondaba el 25%. Las Rutas del Vino de España que cuentan con un porcentaje mayor de visitantes internacionales son: Gran Canaria (66,5%), Alicante (41,5%) y Penedès (38,5%).

En cuanto a la distribución de las visitas a lo largo del año, también contemplada en este estudio, octubre vuelve a ser el mes que registra un mayor número de visitas a bodegas y museos, coincidiendo de manera general con la época de la vendimia. Agosto ocupa el segundo puesto en esa clasificación, de lo que podemos extraer una lectura altamente positiva pues, a pesar de ser el mes en que la mayor parte de la población sigue cogiendo sus vacaciones y en donde prevalecen los destinos de costa y playa, el hecho de que el enoturismo ofrezca cifras tan altas en este periodo da cuenta de que ya no se trata de una actividad complementaria a otro tipo de turismo sino que es un producto consolidado, con entidad permanente. Eso, unido al carácter desestacionalizador que sigue manteniendo lo posiciona como uno de los tipos de turismo más atractivos y estables de todo el sector.