El cava Alta Alella Laietà Gran Reserva, reflejo del carácter distintivo del territorio Serra de Mar, se viste de lujo en una botella singular en formato Magnum (1,5L 53,50 euros): larga, esbelta y de un diseño sofisticado, que resalta su carácter excepcional incluso antes de ser descorchada. “Un cava a la altura de los grandes momentos”, define Josep Maria Pujol-Busquets, fundador de la bodega.
Alta Alella, situada a pocos kilómetros de Barcelona y con el Mediterráneo como telón de fondo, es una bodega comprometida con la ecología y la sostenibilidad desde sus inicios. El cava Laietà Gran Reserva refleja esa esencia, capturando en cada botella la singularidad del territorio de Alella, con la proximidad al mar y el suelo de Sauló (granito en descomposición) como personajes principales. “Nuestro objetivo es que los vinos y cavas que elaboramos sean transparentes, que definan el terroir y la añada, que el paladar disfrute del instante y del paisaje”, explica Mireia Pujol-Busquets, segunda generación de la bodega.
Con su certificación de Elaborador Integral (garantía de trazabilidad), el Paraje Calificado Vallciera (para sus cavas Alta Alella Mirgin Exeo y Mirgin Opus) y su reputación como pioneros en la elaboración de cavas y vinos sin sulfitos (con el Celler de les Aus), la familia Pujol-Busquets sigue apostando por la excelencia y el respeto por la naturaleza.
Alta Alella Laietà Gran Reserva se convierte en una experiencia inigualable al ser presentado en formato Magnum. Un tributo a la excelencia vinícola y una declaración de estilo y distinción, donde se cuida cada detalle, desde su meticulosa elaboración siguiendo el Método Tradicional hasta su imponente presentación.
La botella Magnum, un guiño a la exclusividad y singularidad del vino que envuelve, permite una evolución más lenta y armoniosa del cava, potenciando su complejidad aromática y profundidad en boca. Con 49 meses de crianza sobre lías, el resultado es un cava estructurado y refinado, con un perfil aromático que mezcla frutas blancas, notas tostadas y un toque de mineralidad del suelo de Sauló. Una burbuja fina y persistente acompaña cada sorbo, que se despliega en el paladar con suavidad y frescura.
Casa Orellana (Orellana, 6. Madrid) y Katz (con varios emplazamientos en la capital) se unen…
El panettone de Casa Losito es un ya un clásico en nuestro país, no en…
Castilla y León y Canarias se han llevado los máximos honores en el prestigioso Certamen…
A’Barra, una de las referencias gastronómicas más destacadas de Madrid, que conserva su estrella Michelin…
De producción limitada y artesanal, con cacao trazable y sostenible, la nueva edición de Costiña…
La tradición de La Ancha o la frescura de Fismuler se mueven donde quiera el…