Ajoblanco, el emblemático restaurante de la calle Tuset de Barcelona, regresa con una propuesta renovada de cocina de autor, diseñada para sorprender y enamorar a todos los amantes de la gastronomía. Con su reaparición, Ajoblanco se establece como el lugar ideal para disfrutar de platillos innovadores, creados con ingredientes locales y de temporada, en un ambiente relajado y vibrante acompañado de música y cócteles de autor ofreciendo así una experiencia completa.
Inspirada en las tradiciones mediterráneas y del norte de Europa, la carta de Ajoblanco (Tuset, 20, Barcelona) es un auténtico viaje culinario. Cada plato está pensado para ofrecer nuevas sensaciones a través de contrastes, texturas y sabores excepcionales. Todos los ingredientes provienen de productores artesanales y agricultores locales, garantizando autenticidad y calidad en cada bocado. Además, cada plato es elaborado desde cero, desde la pasta hasta las salsas, cada ingrediente es cuidadosamente preparado con técnicas que realzan su sabor y frescura.
La nueva propuesta gastronómica de Ajoblanco se centra en platillos de autor diseñados para compartir, invitando a disfrutar de grandes momentos entre amigos y/o familiares. El restaurante promete ser el escenario perfecto para disfrutar de una comida deliciosa acompañada de un cóctel cuidadosamente preparado. Además, su atmósfera versátil y acogedora lo convierte en el espacio perfecto para eventos y celebraciones.
Entre las especialidades más destacadas de la carta se encuentran el icónico Amor de madre Steak Pie, una versión renovada del clásico pastel de carne británico, con buey, ceps, trompetas y tuétano. Un plato que se acaba en mesa y que es toda una experiencia culinaria cuando el camarero hace caer el tuétano del hueso en frente del cliente. También resalta la Caballa ahumada, ahumada durante 48 horas en roble, servida con verduras encurtidas y salsa de rábano picante, y el Tartar de solomillo de vaca madurada con espuma de salsa tonnata. Para los amantes de los postres, el Sticky Toffee Pudding, característico dulce inglés, es un imprescindible de la carta que no se encuentra en ningún otro lugar de la ciudad: un bizcocho de dátiles jugoso, con una crujiente tuille de nueces, toffee y helado de vainilla. Además, el Pijama de toda la vida se reinventa con flan casero, frutas de temporada en almíbar y mermelada, acompañado de toppings sorprendentes.
La carta de vinos, cuidadosamente seleccionada, recorre las mejores regiones de la península ibérica, con énfasis en los vinos catalanes y naturales de kilómetro 0, que complementan perfectamente los platos de la carta. En esta nueva etapa Ajoblanco no solo destaca por su oferta gastronómica, sino también por su coctelería innovadora. Con una carta de cócteles fresca y moderna, todos los zumos y cordiales se preparan artesanalmente en el restaurante, asegurando combinaciones sorprendentes y de máxima calidad. Los cócteles son novedosos, pero de una excelencia inigualable.
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