A su propuesta cosmopolita de platos para todos los gustos, se suma el baile, espectáculo y música en vivo con DJ que convierten a este espacio bucólico (Alberto Aguilera, 54. Madrid) en el mejor restaurante donde dejarse ver las noches de los viernes y sábado en Madrid.
Llega la primavera y con ella, las nuevas Dinner Show, el concepto de cenas con espectáculo que acaba de aterrizar en el interior del restaurante más bucólico de Madrid, Bloom, con la reconocida firma de complementos y moda Salvador Bachiller.
Tras dos años de aterrizaje y consolidarse como el “the place to be” en la calle Alberto Aguilera, 54 de Madrid, este edén idílico e íntimo ha sido la última apuesta dentro de los exclusivos gastrobares ubicados en el interior de las tiendas de accesorios y moda de la famosa insignia. Un concepto visto en otras capitales del mundo y lanzado por esta reconocida firma española en Madrid que acoge en horario non stop a un público versátil y selectivo que no renuncia al buen gusto y una cuidada gastronomía.
Bloom de Salvador Bachiller.se ha hecho un hueco entre el público más trendsetter de la capital por tener una de las entradas más instagrameadas de Madrid inspirada en el estilo asiático colonial de los años 20 y repleta de flores, bajar sus escaleras supone adentrarse en un oasis donde imaginación, disfrute y deleite de los cinco sentidos se engrandecen para que el visitante se sumerja en experiencia gastronómica diferencial que gira en torno a su enorme cerezo japonés que esconde espacios secretos y un reservado enrejado.
Este mes de abril, Bloom ha dado un paso más en su propuesta de las noches de los viernes y sábado desde las 20h hasta las 2h con cenas amenizadas por espectáculo y música de DJ en vivo que dota de aún más sabor a la experiencia gastronómica de su carta y sugerentes cócteles que no dejan indiferente al visitante. Ambiente exclusivo, música en vivo, bailarines y otras sorpresas que se suceden a lo largo de la noche, sorprendiendo y divirtiendo a cenas de amigos, parejas o celebraciones amenizadas en este espacio donde la música y las luces juegan un papel predominante.
Una carta viajada
Durante las cenas se puede disfrutar de su viajada carta, que está pensada para compartir, con platos más y menos formales que se adaptan al gusto de cualquier comensal. Como entrantes, las flores de alcachofa, el carpaccio de carabinero, el “aperitivo del emperador” (que incluye una cuidada selección asiática de rollitos o gyozas) o la tempura de mariscos son especialmente sabrosos. Si se buscan platos más clásicos, la tabla de quesos o de jamón ibérico de bellota son siempre una opción asegurada.
Como principales, platos del campo de lo más internacionales como el tataki de solomillo, que llega acompañado de salsa de Cumberland, las hamburguesas para todos los gustos, desde la de vaca gallega y langostinos hasta la de wagyu con boletus. También del mar, entre los que destaca el wok de langostinos con arroz basmati o la suprema de salmón marinado sobre lazos de verduras.
Para completar, dentro de la oferta dulce de Bloom sorprende especialmente la tarta de zanahoria, sin duda uno de sus must, así como su curioso surtido de mini-tartas que llega en forma de noria y perfecta para cualquier cumpleaños o el suspiro de pasión que se elabora con mousse de maracuyá, tan dulce como delicado.
Cócteles, brunch y té
Pero la propuesta no queda aquí. Si algo es destacable en Bloom de Salvador Bachiller., estos son sus los cócteles. Más de 20 creaciones que puedes encontrar tanto en este gastrobar como en el resto de los establecimientos de la firma, especialmente originales tanto en ingredientes como en presentación. El mojito Bloom añade al ron Bacardi un sabor clásico proveniente de rosas o violetas. También lo hay de maracuyá, mano o frutos rojos. En forma de bañera se sirve el cóctel “al agua patos” con ginebra Gipsy Gin Premium, granadina, clara de huevo y zumo de limón. Dentro de una bola del mundo y provisto con dispensador llega el “I am on the top o f the world yeah” elaborado con ron Barcardi, puré de piña, frutos rojos, zumo de arándanos y toque de lima. Otro especialmente original es “I am your father” con tequila olmeca, ron Barceló, ginebra Gipsy Gin, cointreau, vodka Eristoff, zumo de naranja y coca-cola. También los hay sin alcohol, des mojitos varios hasta saludables como el “Green Paradise” que se acompaña de manzana, menta, apio, espinacas, zumo de lima y cilantro.
Además, el restaurante ofrece otras fórmulas de brunch y afternoon tea y por supuesto, sus desayunos con propuestas más tradicionales como el croissant, internacionales como los gofres o las tortitas y cosmopolitas como el hummus, el bolw de açai o la torta de crema con mermelada de frutos rojos. Igualmente, variedad de cafés – no falta el matcha o el tai – , así como zumos detox o smoothies con coco, zanahoria o frutas rojos. Los best seller de Bloom son sus batidos, entre los que destaca el rainbow unicorn, con yogurt de amarena y confeti que llega con nata y un delicioso donut de decoración final.