La bodega invita a recuperar las tradiciones que llenan de calidez cada rincón de nuestros hogares, celebrando las cosas sencillas que nos unen y transforman cada instante en un recuerdo imborrable.
Bodegas Emilio Moro, una bodega familiar con más de 100 años de historia situada en el corazón de la Ribera del Duero y El Bierzo, busca cumplir con la máxima que, añada tras añada, les guía. Ser un punto de encuentro en el que inspirar a las personas a través de su esencia consiguiendo que sean felices con una copa de uno de sus vinos en la mano. Y es que, ser ese punto de encuentro, sobre todo en Navidad, es lo que les permite compartir, disfrutar y recordar esas Costumbres con Alma.
Una oportunidad para reconectar con las tradiciones
“Para nosotros, lo importante de estas fechas es sentir la emoción de reunirnos con nuestra familia, de crear momentos únicos y de brindar por todo lo que está por venir”. Patricia Sánchez Moro, directora general y miembro de la cuarta generación de la bodega destaca que para la familia de Bodegas Emilio Moro lo importante es reconectar con las costumbres que dan sentido a estas fiestas “y nos enorgullece formar parte de esos momentos especiales”. Costumbres con Alma es precisamente eso. La oportunidad de recordar la importancia de los pequeños detalles, aquellos que cobran vida cuando los compartimos con las personas que queremos.
Ser un buen anfitrión
“Nuestro día a día manda y, no siempre nos vemos todo lo que nos gustaría, sobre todo con nuestros familiares que viven fuera de España. Por eso, no hay nada que nos haga más felices que reunirnos en Navidad con mi abuela presidiendo la mesa”. Con estas palabras, Sánchez Moro nos cuenta cómo vive estas fechas en familia. “Es el momento de rescatar las tradiciones familiares y de disfrutar de estar todos juntos. Nos encanta que Feli, nuestra abuela, llene todas las sobremesas con algunos recuerdos de nuestro abuelo, Emilio. Quizá sea la mejor tradición de estas fechas y que procuraremos no perder nunca”.
Pero si hay algo que les gusta de verdad en Bodegas Emilio Moro es ser buenos anfitriones. “Nos encanta tener a los nuestros cerca para disfrutar de su compañía. Éste el mejor regalo que podemos tener año tras año”. Y es que, a la hora de ser el perfecto anfitrión, lo que deja huella es la manera en la que se comparte lo que, con ilusión, uno ha preparado.
Por eso, si eres una persona que disfruta recibiendo a invitados en casa, desde Bodegas Emilio Moro comparten algunos consejos que harán que cada visita sea memorable para tus invitados y para ti.
- Planificación, ante todo: el menú, la lista de vinos y la decoración de la mesa… Si lo tienes con antelación, todo fluirá el día de la celebración.
- Escoge el vino con mimo: ten a disposición varios tipos de vino. ¡Esto es esencial para atender todos los gustos!
- Crea un ambiente acogedor: la decoración y el ambiente son importantes. Asegúrate de que todos se sientan cómodos y bienvenidos.
- Atiende las preferencias personales: pregunta a tus invitados si tienen alguna preferencia o restricción para adaptar el menú cuando sea necesario.
- Incentiva la conversación: involúcrate en las conversaciones. El postre y la sobremesa son el momento ideal para que, ya en confianza, la conversación fluya.
- Despídete de una forma… ¡memorable!: al terminar la velada, obsequia a tus invitados con un pequeño detalle.
- Pero sobre todo…disfruta el momento: al final, lo más importante es disfrutar de la compañía y de la experiencia. Un buen anfitrión es quien se relaja y comparte la alegría de la celebración.