Con un concepto basado en la cocina tradicional italiana y la idea de comer rodeado de árboles en medio de la ciudad, Bosco de Lobos (Diagonal, 605, interior. Barcelona) ofrece un lugar en el que poder disfrutar de una cocina sencilla y bien hecha con una carta que ofrece ensaladas optimistas, buenas pastas y auténticas pizzas romanas; finas y crujientes. Grupo Tragaluz, de la mano de Tomás Tarruella – su cofundador – junto al chef Alex Duran y su equipo, han ideado este restaurante y su concepto, que tras aterrizar en Madrid llega ahora a la zona alta de Barcelona. Bosco de Lobos es un escape de la ciudad y obra el milagro de que comer en un bosque sea posible. De la mano de Francesc Rifé Studio, el diseño convierte Bosco de Lobos en un lugar minimalista y moderno donde resaltan los materiales de madera y arena prensada que refuerzan el concepto del restaurante. El local se divide en varios espacios: interior, porche, terraza y parque. Con una cocina abierta que se convierte en el corazón del restaurante, con grandes ventanales que dejan entrar la luz, el espacio – da todo el protagonismo a la terraza de 600 m que, haciendo referencia a su nombre, los paisajistas Pepote Comella y Mauricio Ramírez han convertido en un bosque verde. Al frente de la cocina están los dos jóvenes chefs italianos de la casa – Mateo Spinelli, originario de Cosenza y Alex Kalanja, nacido en Roma, ambos con gran talento, se encargan de traer la verdadera cocina Italiana a Barcelona. Miriam, en sala, está atenta a las necesidades del comensal. Las principales propuestas En una carta de inspiración fresca, tradicional y desenfadada, destacan los siguientes platos: Carpaccio de espárragos con ricotta, limón y berros Radiccio trevisano con pera gorgonzola y avellanas Spaghetti alla Carbonara de gambas Pappardelle alla Bolognese classico Calzone di Ricotta e pecorino con marinara Carpaccio de pulpo con hinojo y peperoncino Tagliolini con anchoas y limón Crostata de fresas y menta Bosco de Lobos esta abierto todos los días para todos aquellos que quieran disfrutar de una buena pasta entre árboles sin salir de la ciudad, divertirse y descubrir un lugar en el que la cocina sin pretensiones y la actitud es lo más importante. |