Goodbye gofres, hola waffles. Es el claim que está detrás de la nueva apuesta del mundo del waffle, recién aterrizada en España desde Chile. Un producto innovador y rompedor, de comida rápida bien hecha, donde el atractivo visual y el contenido saciante son un solo ente.
El fast good ya forma parte del universo gastronómico de España desde hace tiempo. Una de las últimas incorporaciones es, sin duda, Buffalo Waffles, aventura chilena en torno a este formato – tendencia, que ya forma parte del imaginario gastronómico madrileño. Ubicado en la calle Espoz y Mina número 9, pegado a la Puerta del Sol, la primera wafflería de esta marca chilena en España llega con un producto visualmente instagrameable, lleno de color y con una forma enrollada que lo hace único. “Su forma tan particular lo vincula al mundo del helado, pero sin serlo. Esto es el waffle, la novedad está en la forma y en que es un producto de amor a primera vista.”, cuenta Sergio Conde, responsable de la primera tienda en Madrid.
Un producto disfrutón, concebido como un bocado original, contundente y sexy, según la compañía, para un público muy activo en redes sociales, especialmente en Instagram y Tik Tok. Ese fue el concepto con el que la marca nació en Santiago de Chile en 2013. “Unos periodistas del periódico The Guardian probaron el producto. Les llamaron la atención especialmente nuestros waffles salados, a los que dedicaron una reseña”.
Éxito de las gamas saladas
Dentro de lo novedoso del waffle en sí está su forma, pero también las gamas saladas. Son las que más stories se llevan entre el público de Buffalo Waffles. Dentro de sus variantes en salado están los 4 Waffles Clásicos. El Crunchy Bacon (doble de bacon crujiente y de queso Cheddar, tomate, mix verde y patatas paja), luego entra el Picantillo (con chorizo Vela, queso de cabra, cebolla caramelizada, tomate, mix verde y patatas paja), el Morcillita, uno de los más demandados en España, solo propio de nuestro país, elaborado a partir de morcilla, cebolla caramelizada, queso de oveja, tomate, lechuga y patatas paja). “También contamos con nuestro waffle Veggie, compuesto de queso de cabra, pimiento asado, tomate, aceitunas sevillanas, lechuga y patatas paja. Todos a un precio de 5€”
Dentro de las gamas saladas, también hay tres tipos de waffles más Premium, todos a 6´50€. El Pastrami (doble de pastrami, queso de oveja, aceitunas sevillanas), Triple Carnaca (pastrami, bacon crujiente, chorizo Vela, queso cheddar) y el Serranito, con doble de jamón serrano, queso de oveja, pimiento asado y aceitunas sevillanas. Todos, a su vez, con tomate, lechuga hidropónica y patatas paja. “Sacamos el de pastrami para abarcar a la comunidad musulmana, con carne de vacuno. En cuanto a la lechuga hidropónica, está cultivada en condiciones especiales, es decir: no se deja crecer del todo y en lugar de cultivarse en tierra, apuestan por otras estructuras de hidratación tipo vivero”, cuenta Sergio.
Pero a las gamas saladas también le acompañan las dulces, a un precio de 5€, demandados por los foodies más golosos, muchas veces como postre. Está el Nutella Crush, “es algo así como un flechazo. Compuesto de Nutella, fresas, dulce de leche y plátano”. Otro de los más pedidos es el Cheesecake, crema de tarta de queso, limón, Nutella, fresas y Oreo. Finalmente entra en juego el Crazy Fresa, con doble ración de Nutella y extra de fresa y nata; este último ingrediente a incluir o no en toda la gama de waffles dulces, a elección del cliente.
¿Qué hay de la masa? “La elaboramos en el local, es totalmente neutra, es decir, no afecta en sabor ni al dulce ni al salado. La hacemos con harina de trigo, con la misma fórmula de Santiago, que hemos exportado a España”.
Precios módicos y ofertas
Todos los waffles con un gasto medio que no supera los 9€ (incluyendo bebida). Cada semana, además, con ofertas, como la de Waffle & Birras por 7€, que incluye 1 waffle clásico y dos cervezas. Esta opción no incluye los Royal.
Un producto que se despacha con rapidez, pensado para consumir rápido. “En Chile lo llamamos comida al paso. Está concebido tanto para tomarlo uno solo, de camino a tu siguiente destino, como un producto para compartir calentito, ya que la masa del waffle templa el producto en frío”.
Una revolución en el mundo del waffle, con la cultura ecológica como bandera. Servido en envase de cartón, 100% biodegradable, la caja contiene unos agujeros para evitar que el vapor se concentre y así el waffle se mantenga crujiente. “Además, el waffle lo servimos con un papel anti-grasa, que facilita que se mantenga la forma enrollada que le damos.”
“Para 2022, nuestra proyección es llegar a los 68 locales en Chile y a los 6 en España, llegando a los 14 aquí en 2023”, cuenta Sergio. Un producto 100% millenial, dirigido a un target de entre 18 y 35 años, pensado para llevar o para tomar en el local, con un pequeño espacio de mesas altas y banquetas. “Todo está ya preparado para salir de inmediato, para cuando llegue el cliente y pida, realizar solo la mise en place.”, cierra Sergio. Buffalo Waffles también está ya disponible en las plataformas Glovo, Just Eat y Uber Eats.
