El empresario alicantino Carlos Bosch suma ahora a su proyecto de Manero a otro gran emprendedor foodie, el chef catalán Carles Abellán, quien se ocupará de la dirección gastronómica del Grupo, que cuenta con cuatro locales en España: Manero Claudio Coello (Madrid). Manero Mollá (Alicante), Manero Chapí (Alicante) y el nuevo Manero Balmís, a punto de abrir también en la capital mediterránea, todos ellos en busca de la excelencia gastronómica.
Carlos (Bosch) y Carles (Abellán) estaban destinados a juntarse. Llevan admirándose y siguiéndose desde el principio de sus respectivas, inquietas, fructuosas y longevas carreras. Carlos comía en los restaurantes de Carles y este en los suyos. Han posicionado la tapa como reclamo gourmet y cool. Han creado bares icónicos. Han cosechado premios y éxitos. Han pensado platos y conceptos en paralelo… ¡ya era hora de unirse! Para entenderlo nada mejor que relatar una conversación entre ellos, en el propio Manero, en el que la suma y el diálogo es la base de esta nueva e ilusionante colaboración.
“Hace muchos años, más de 15, conocí a Carles -explica Carlos-. Mi modelo de negocio ha ido creciendo desde entonces y ahora ya tiene cierta relevancia,
porque las cosas, creo modestamente, se han ido haciendo bien. Pero estando yo solo, yo llego alto. Si quiero ir más lejos, necesito ir acompañado. Llegar al 9
es fácil pero llegar al 10 es complicado. ¿Y a quién sumo yo para llegar al 10? Pues el que más me mola es Carles”, ríe Carlos Bosch.
“Yo conocí a Carlos en los inicios de El Portal (Alicante). Tuve la suerte de compartir un par de días juntos y realmente conectamos. Crea conceptos, ideas, platos… que hasta he emulado en algunos de mis restaurante (ríe). Lo que hizo en su momento era bestial. Desde entonces lo tengo como referente. Su estilo, su pensamiento, lo
bien acabados que están sus proyectos, su línea a seguir tan clara… Sumar es importante. Manero es solo el principio”, relata Abellán.
Esto no es una asesoría
“La idea es crear un sistema de trabajo tranquilo. Somos amigos y no queremos confundirnos, porque nos respetamos demasiado mutuamente. Es un conjunto, una relación de iguales”, confiesa Abellán. “Nuestra manera de colaborar no es la clásica de asesórame, yo recibo tus instrucciones y listo». «Rotundamente, ¡no!”, sentencia Bosch. Es mucho más profunda, a largo plazo y con muchos planes en conjunto. Las colaboraciones de antes eran muy abusivas, en pocos meses comparten su conocimiento y fiscalizaban todo. En este caso la suma supone la mezcla de talento. Esta es la tendencia. Aquí hay inspiración, de emoción y afinidad. Juntos no todos valemos”, comenta.
“No hay cortoplacismo ni ganadores, aquí hay largoplacismo y dos ganadores. Tanto le voy a aportar él a mi como yo a él”, concuerdan ambos. Carlos dice de Carles (y de Manero): “a mi me impresiona su trabajo y es afín a lo que yo quiero llegar. El entiende Manero a la perfección. Viene a ayudarnos a subir un peldaño. Como el atleta que se lo juega todo en un salto en el que un centímetro cuenta para ganar una olimpiada. Ahí es donde entra Carles, para aportar ese centímetro, ese puntito que se va a notar. Con su claridad de las cosas, las buenas ideas, con las revisiones que aportan, con creaciones nuevas, métodos distintos… Nosotros hemos llegado a un punto que nos gusta Manero pero queremos seguir innovando y creciendo. Es la diferencia entre seguir siendo mágicos o ser del montón”.
Muy dificil de mejorar
Carles dice de Carlos (y de Manero): “Manero ya existe, es un concepto clarísimo, con carácter propio, muy adulto, con mucha personalidad… yo vengo a dar pasitos en cocina e iremos viendo. Pequeñas cosas que darán un valor añadido porque Manero es muy difícil de mejorar”.