La icónica firma chocolatera, que basa su filosofía en los pilares de innovación, diseño y conciencia social y medioambiental, y Ahorramás plantaron 2.000 ejemplares de encinas, enebros y fresnos en la Casa de Campo, principal pulmón verde de Madrid.
A la plantación asistieron José Antonio Martínez Páramo, coordinador general de Medio Ambiente del ayuntamiento de Madrid, David Figueras, responsable de Sostenibilidad, y Miguel Mendoza, responsable de Comunicación Externa y Relaciones Institucionales de Ahorramás –partner de la chocolatera en el proyecto– y de Chocolates Trapa su presidente, Gerardo Fernández Calvo, el director comercial, José Antonio Lozano, y el director de comunicación, Ángel Amador.
«Plantando futuro contigo»
La iniciativa forma parte del proyecto ‘Plantando futuro contigo’, mediante el cual Chocolates Trapa está reforestando distintas localidades españolas, entre ellas, Dos Hermanas (Sevilla), Alcira (Valencia) y Villamuriel de Cerrato (Palencia); el proyecto contempla además una quinta plantación en Canarias, cuya localización y fecha se encuentra por determinar a causa del volcán de La Palma.
Fundada en 1891 por los monjes trapenses y responsable de la elaboración de los primeros bombones que se fabricaron en España en 1969, Chocolates Trapa inició hace ocho años un nuevo rumbo empresarial marcado por una nueva propiedad y por una filosofía corporativa basada en tres pilares: innovación, diseño y conciencia social y medioambiental. Fruto de ese compromiso con el medio ambiente y bajo el lema ‘Plantando futuro contigo’, la chocolatera ha puesto en marcha un proyecto de colaboración con la organización sin ánimo de lucro (R)Forest Project y diferentes partners locales para contribuir a reforestar España a través de la plantación de 10.000 árboles, que cuando crezcan serán capaces de absorber una media de 50.000 toneladas de CO2 al año.
El proyecto de Chocolates Trapa pretende combatir la crisis climática plantando ejemplares autóctonos en zonas desarboladas en las que las condiciones del suelo dificultan una regeneración natural del bosque. En Madrid se ha elegido una zona de la Casa de Campo, principal pulmón verde de la capital, que se vio especialmente afectada por el temporal Filomena de 2020. Su reforestación tuvo lugar en un acto festivo.