Al ser una fuente de hidratos de carbono, la miel era un alimento muy recurrido en periodos de ayuno, como la Semana Santa. En consecuencia, España cuenta hoy en día con multitud de dulces preparados con este edulcorante natural.
La Semana Santa es un periodo del año muy vinculado a los dulces. Se trata de una relación con cierto bagaje cultural en España, ya que la gente recurría a ellos para no desfallecer durante los ayunos de la Cuaresma al estar elaborados principalmente con huevos, leche, harina y miel. Por tanto, nuestro país dispone de una gran variedad de estos postres. Aquí encontrarás cuatro ejemplos deliciosos de la gastronomía nacional, donde la miel es esencial.
Miel sobre hojuelas
Este dulce tradicional de La Mancha, aunque de origen árabe, guarda además un significado muy especial, puesto que, según la Real Academia Española, se utiliza como expresión coloquial para “expresar que una cosa añade a otra un nuevo realce o atractivo” en referencia a su toque final (la miel). Su preparación clásica se lleva a cabo con harina, huevos, anís, aceite y, finalmente, miel.
Pestiños
Por su parte, los pestiños son típicos de la zona sudoeste (Andalucía y Extremadura), y también tienen cierta ascendencia árabe, al estar emparentados con la shebbakiyya marroquí. De hecho, este último dulce suele consumirse, por su valor energético, en Marruecos durante el Ramadán. Se elaboran con harina, semillas de anís, cáscara de limón, vino blanco, aceite y se bañan en miel.
Rosquete de miel
Oriundo de Andalucía, como los pestiños, el rosquete de miel es un imprescindible en la Semana Santa gaditana. Su apariencia se asemeja a una especie de bizcocho o pan duro, pero los amantes de este dulce aseguran que cuenta con un sabor muy agradable. Para prepararlo son necesarios huevos, azúcar, levadura, ralladura de limón, canela en polvo, aceite, anís y, en especial, la miel.
Rosas de miel
Las rosas de miel son otros dulces típicos de la Pascua en Extremadura y Castilla -La Mancha, aunque también se consumen en Galicia por Carnaval. Para elaborarlos, son indispensables unos moldes con forma de flor que antiguamente pasaban de generación en generación junto con la receta. Sus ingredientes principales son harina de repostería, huevos, aceite y, sobre todo, miel.
Por último, y pese a que en esta lista podrían incluirse muchos dulces más, cabe destacar la torrija, la reina de la Semana Santa. Su preparación es muy asequible para el bolsillo, pues requiere de alimentos que habitualmente tenemos en casa como leche, agua, miel, huevos, azúcar, canela y limón. Componentes a los que se les puede añadir una cucharadita de miel como remate final.
Versatilidad natural en la cocina
Y es que la miel acompaña al ser humano desde el inicio de su existencia, al ser un alimento dulce y apetitoso, ya que es una fuente de hidratos de carbono, que contribuyen a la recuperación de la función muscular normal después de realizar trabajos físicos e intensos. Este efecto benéfico se obtiene al consumir hidratos de carbono de todas las fuentes en una ingesta total de 4 g por kg de peso corporal, en dosis tomadas antes de transcurrir cuatro horas (o, como máximo, seis), tras finalizar un ejercicio físico de gran intensidad. Además, contiene vitamina B6, nutriente que ayuda a regular la actividad hormonal, reduce la fatiga y aporta minerales de forma equilibrada.
De igual modo, es el edulcorante idóneo para sustituir otros azúcares. Por ejemplo, se puede usar media cucharadita para endulzar tanto el café como el yogur natural o para bañar las tortitas del desayuno. Al mismo tiempo, sus propiedades para potenciar el sabor de algunos alimentos, como lácteos o frutas, convierten a la miel en una alternativa natural y muy versátil en la gastronomía, en virtud de que puede otorgar un toque singular a los platos salados, como ensaladas y carnes.
Por ello, la Asociación de Comerciantes y Envasadores de Miel de España ASEMIEL-ANIMPA reta a los españoles a transformarse en Mielenials, familias jóvenes y modernas que desayunan con miel para afrontar con energía las clases de gimnasia en el colegio o las reuniones matinales en el trabajo. El reto consiste en desayunar al menos un día con miel de Europa durante 15 semanas.