El sello Larousse es sinónimo de excelencia culinaria y los dos libros que ahora presenta son la mejor muestra. Bajo el epígrafe de “El Pequeño Larousse” y con la consideración de “Edición de coleccionista” aparecen sendos volúmenes dedicados a la cocina y a la pastelería. El aspecto externo es imponente, con una encuadernación de lujo y la cubierta troquelada, y su interior está a la altura, con fotografías espectaculares tanto de los platos acabados como los distintos paso a paso y descripción de las técnicas.
Cocina
Las 600 páginas del libro dedicado a la cocina son ideales para esos momentos en que nos quedamos sin inspiración: recetas con varios grados de dificultad, platillos para abrir boca, postres deliciosos, clásicos de la cocina europea y de cualquier otro lugar del mundo y propuestas para el día a día. La colección de recetas, más de 300, se complementa con un “taller de cocina” a modo de colofón que explica cómo hacer un sinfín de salsas, diversas maneras de preparar pescado o carne así como un glosario de términos gastronómicos.
Pasteleria
El volumen dedicado a la repostería presenta el mismo aspecto lujoso, ideal para regalar y triunfar. Sus lectores, apasionados por lo dulce, sabrán valorar las más de 200 recetas, organizadas según este goloso índice: bizcochos y pasteles, tartas y crumbles, cremas, flanes y mousses, postres con fruta, postres helados, pastas, pastelitos y galletas y un capítulo muy especial dedicado a “cuando vienen invitados”. Además de las sugerentes fotos de los postres acabados, hay vistas cenitales de los ingredientes necesarios, un glosario con léxico de repostería y una introducción detallada del material de pastelería y los ingredientes básicos.