Desde la Amazonía y con todas las propiedades de un superalimento llega a la gastronomía española el aceite de Sacha Inchi. Su sabor exótico para los paladares europeos potencia y redondea cualquier experiencia culinaria. A medida que se incrementa hasta un 85% la productividad de la Plukenetia Volubilis en Perú se posiciona en las mesas de los más gourmets como un excelente condimento. El también conocido como «maní inka» y “oro de los incas” aporta beneficios al organismo como poderoso antioxidante y un alto índice de Omega 3,6 y 9. Según numerosos estudios médicos, el consumo diario de una cucharada de aceite Sacha Inchi en ayunas disminuye la hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia. Su riqueza en vitamina A y E lo hace muy atractivo para la industria cosmética.
Se trata de una poderosa semilla, porque no solo sus granos y aceites son comestibles sino también sus hojas. Pero lo realmente impresionante es su aceite. Según un estudio de la Universidad de San Martín de Porres en Perú, “el aceite de Sacha Inchi es un cultivo promisorio por su aporte saludable, además desde el punto de vista de ácidos grasos aún sigue siendo mayoritario en comparación con otros aceites vírgenes».
Hierba fresca y frijol
Su color es amarillo dorado ligeramente verdoso y su olor y su sabor recuerdan al frijol (alubia negra) y a la hierba fresca. Su densidad es baja, por lo tanto el organismo lo digiere muy bien y posee un punto de fusión muy bajo. Presenta en su composición un contenido de ácidos grasos libres muy ligero. La recomendación de los expertos es que su consumo diario sea en frío.
Valorado por las culturas preincaicas
El aceite de Sacha Inchi fue descubierto y valorado por culturas preincaicas que existieron hace casi 5000 años. Tan importante como para que el Inca Garcilaso de la Vega, en «Los Comentarios Reales de los Incas» haga alusión al “inchic”, nombre dado al mani: «Hay otra fruta que nace debaxo de la tierra, que los indios llaman inchic y los españoles maní (…), el inchic semeja mucho, en la medula y en el gusto, a las almendras; (…); también sacan del inchic muy lindo azeite para muchas enfermedades».
El Sacha Inchi dejó de producirse porque se decía que era «cosa de indios». Sin embargo, el científico Antúnez de Mayolo, el erudito más importante de la nutrición en el antiguo Perú redescubrió y divulgó sus bondades en 1981.
El Sacha Inchi también es llamado Sacha Inchic, maní del inca o maní jíbaro y se conoce también como “El oro de los Incas”. Es una planta originaria del Perú amazónico. Trepadora de crecimiento rápido y vigoroso. Agricultores asociados lo cultivan entre 100 y 1500 metros sobre el nivel del mar. Nueve meses después de plantar recogen la cosecha. El fruto entero se deja secar al sol. Por el efecto del secado las cápsulas del fruto liberan las semillas.
Fomentar una alimentación saludable
Inka Roots tiene el propósito de fomentar una alimentación saludable a través de productos innovadores de calidad gourmet y que por sus características nutricionales aporten un gran valor a la salud. Con este proyecto, los socios de Inka Roots desean ratificar su compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente; ayudando a fomentar la economía agroecológica de las comunidades y cooperativas latinoamericana, dándoles visibilidad cultural y gastronómica en España y Europa.
El aceite estará a la venta a partir de diciembre en tiendas gourmets como Gold Gourmet y 4AGourmet y online en https://www.inkaroots.es. PVP aprox 22 euros 250ml