Xiaolongkan, presente en más de 10 países y con más de 800 locales en China, nos ofrece la tradicional “fondue” china en su versión más auténtica en el restaurante en la calle Maestro Arbós, 3 del barrio madrileño de Legazpi.
En Xiaolongkan estrenan nuevos ingredientes: Pan chino, lonchas de corvina, bolas de calabaza rellenas de coco, pasta udon y ternera especiada picante. Se suman a los clásicos sangre de pato, intestinos de oca, aorta de cerdo, raíz de flor de loto, hongo de bambú, verdura dong gua, librillo de vaca, callos, tendón de ternera, mollejas de pato, hígado de res, ancas de rana… Altísima calidad en delicias típicamente chinas que sorprenden a los paladares occidentales. Xiaolongkan cuenta en su carta con una completa lista de ingredientes que en el país asiático se consumen a diario y aquí nos resultan verdaderamente exóticos. Aunque cada vez más españoles se atreven con estos ingredientes, por supuesto, también cuentan con la misma calidad en deliciosos ingredientes que nos resultan más familiares a nuestros paladares: verduras, langostinos, calamar, ternera, diferentes cortes de angus, chipirones, setas, rape, churrasco…
Un sinfín de ingredientes que cada comensal elige y cocina en el caldo a su gusto en una olla en el centro de la mesa y después moja en diferentes salsas.
- Se elige primero el caldo, o hasta tres caldos diferentes, cocinados con base de cerdo con más de 24 horas de cocción a fuego lento:
- Olla picante. Se puede elegir el nivel de picante, del -1 al 3.
- Olla de tomate
- Olla de setas variadas
- Después se escoge la salsa, con dos bases, de sésamo o cacahuete, que se combinan con una gran selección de toppings, para crear una salsa al gusto de cada comensal.
- Y, por último, los ingredientes principales que cocinaremos en mesa: carnes, mariscos, verduras, tallarines, casquería… Más de 80 ingredientes de una calidad top.
En China sin salir de Madrid
Un rincón auténticamente chino, una réplica exacta de los más de 800 restaurantes presente en 400 ciudades de China, perfectamente ambientado en su decoración, con farolillos rojos y ladrillo gris, original del noroeste de país asiático; e incluso en sus olores, que nos llevan de viaje a miles de kilómetros con tan solo cruzar su puerta, todo sin salir del mismo corazón de Madrid y a un precio medio de 25-30€.