El ya clásico restaurante de la zona norte de Madrid (Arturo Baldasano, 22) ofrece especialidades gastronómicas tradicionales de las principales regiones del gigante asiático. Su estilo decorativo recrea el ambiente de las antiguas casas coloniales del barrio El Bund de Shanghai. Y otro de sus grandes alicientes es la magia de sus deliciosas terrazas-jardín de Suzhou para disfrutar todavía al aire libre de la cocina china en Madrid.
Entrar en el restaurante El Bund es como hacerlo en una de las casas coloniales anglo chinas de los años 30 de Shanghai. Un espacio elegante y tranquilo del barrio madrileño de Arturo Soria donde se puede disfrutar de las recetas tradicionales de las cocinas cantonesa, pekinesa, sichuanesa y shanghainesa. El restaurante cuenta con dos salas principales, cinco salones privados, idóneos para reuniones familiares y de empresa, así como tres terrazas donde se puede degustar la auténtica cocina china al aire libre.
Siempre se respira un ambiente de relax en El Bund, alejado del ruido urbano, que invita a veladas íntimas para parejas y amigos. Sus sobremesas se alargan con su oferta de cócteles y una variada carta de gin tonic. Sus dos terrazas situadas en la planta baja de la casa, se inspiran en los célebres jardines de Suzhou, decoradas con sus tradicionales ventanas y puertas y rodeadas de vegetación.
La cocina más antigua del mundo
La riqueza de la gastronomía de El Bund se basa en las especialidades de las distintas regiones chinas y elaboradas a partir de recetas auténticas. En su oferta destaca la gran variedad de dim sum, hechos artesanalmente por un maestro experto en estos pequeños bocados cantoneses.
Los más demandados por sus clientes son los jiaozi o empanadillas, de base crujiente y masa tierna. Llaman la atención el vegetal de pasta verde relleno de setas shiitake, el Guotie de langostino y carne de cerdo ibérico a la plancha, el de pollo y maíz de pasta amarilla, y el negro, relleno de cerdo ibérico y setas. Sin olvidar el jugoso xiaolongbao de cerdo ibérico, pollo o ternera, preferido por los más pequeños.
Los tallarines caseros y fideos de arroz a la cantonesa, así como los arroces fritos son un acompañamiento perfecto para los platos fuertes. El popular pato laqueado de Pekín se sirve con tortillas de trigo, elaboradas diariamente por el equipo de cocina, con verduras frescas. Se acompaña con una salsa hoisin personalizada por el chef que le añade su toque secreto.
Platos tradicionales y especialidades
El Bund es uno de los restaurantes pioneros en gastronomía china en Madrid. A los platos tradicionales de su carta como el buey de mar a la sichuanesa o la cazuela cantonesa de marisco, cada temporada añade especialidades como el rodaballo con forma de barco o el bacalao al estilo de Shanghai. Pero quizá lo que más sorprende es la ensalada de tofu fresco con huevo negro de cien años, aliñado con salsa de soja y cebolletas. Se trata de una de las recetas ancestrales, con un gusto fino y fresco que sacia el paladar. Exquisito también el wok de judías verdes salteadas con olivas en escabeche,
O también, fuera de carta, una especialidad para los fans de la casquería: el guiso de callos, sangre y pimienta fresca, originario de Sichuan. Igualmente se puede degustar, previo encargo, el cohombro o pepino de mar, una de las delicatessen más apreciadas de la gastronomía del gigante asiático.