Ocho años después de sus primeras experiencias con vinos de El Bierzo, Bodegas Emilio Moro abre las puertas de su casa berciana en la que elaboran sus tres Godellos. Con más de 60 hectáreas de viñedos, Bodegas Emilio Moro apuesta por la calidad y por el origen del terroir.
Bodegas Emilio Moro, bodega familiar con más de 100 años de historia, celebró su desembarco en El Bierzo con un emotivo evento de inauguración que reunió a distinguidos invitados amigos de la bodega. Es el resultado de años de dedicación incansable que, gracias a la pasión que la familia de Bodegas Emilio Moro siente por el vino, siguen manteniendo y cuidando con un único objetivo: cumplir con el sueño de Emilio Moro; compartir su legado con el mundo.
“Para Bodegas Emilio Moro, el proyecto de El Bierzo es un sueño hecho realidad”. Con estas palabras recibía a los invitados Javier Moro, presidente de Bodegas Emilio Moro y miembro de la tercera generación de la familia. Unas palabras que definen lo que significa su apuesta por El Bierzo, que comenzó con el deseo de elaborar vinos blancos, “lo que nos llevó a descubrir y conocer más sobre la variedad godello, que, sin duda, logró enamorarnos a todos”.
Con la familia y los amigos
Para Bodegas Emilio Moro, lo más importante es poder celebrar rodeados de familiares y amigos y así fue en esta ocasión. La familia y el equipo de la bodega estuvieron acompañados por más de 120 invitados, entre los que se encontraban Marco Antonio Morala López, alcalde de Ponferrada, quien destacó el trabajo de la bodega en esta denominación de origen, lo que, sin duda, “ayuda a poner en valor El Bierzo como una de las zonas vitivinícolas más importantes de España”. El acto contó con la presencia de Gerardo Álvarez Courel, presidente de la Diputación de León y de Eduardo Diego Pinedo, delegado Territorial de la Junta de Castilla y León en León.
Durante la inauguración, los invitados pudieron descubrir las instalaciones de la nueva bodega, mientras conocían y compartían Polvorete, El Zarzal y La Revelía, los tres Godellos que Bodegas Emilio Moro elabora en su nueva bodega, a través de una cata dirigida por su director técnico, Álvaro Maestro. Los vinos fueron armonizados por la gastronomía berciana de la mano de Miguel Martínez con su restaurante La Tronera, ubicado en Villadepalos.
El proyecto berciano
“El vino es un arte que, si se sabe escuchar nos habla, nos dice cuándo necesita un trasiego, cuándo reposar. Es cómo un ser vivo que hay que entender, atender y mimar». Con estas palabras, Emilio Moro trató de inculcar a sus hijos y nietos que, para enamorarte de un vino, primero has tenido que escucharlo y buena muestra de ello es la celebración de su proyecto en El Bierzo. Un acontecimiento importante, no solo para ellos, también para el sector del vino a nivel nacional. Una apuesta por la calidad, por la tradición y el buen hacer. De esta forma, Bodegas Emilio Moro reafirma su compromiso continuo con la calidad y la innovación.
Las nuevas instalaciones de Bodegas Emilio Moro completan la inversión de compra y puesta en producción de parcelas que suman más de 60 hectáreas, lo que le convierte en parte en responsables de un cambio positivo del entorno a través de una contribución en materia de empleo, de desarrollo económico y la reconversión del horizonte natural y paisajístico potenciando El Bierzo como una de las zonas de referencia de elaboración de vinos blancos de la variedad Godello.
La bodega se divide en zona de recepción de uva, la sala de elaboración con depósitos de acero inoxidable y la sala de barricas y fudres, además de una amplia superficie destinada a oficinas y a recepción de visitas y celebración de catas. Precisamente, es el área de enoturismo una de sus apuestas más fuertes, por ello, ofrecen dos experiencias a través de las cuales, aquellos que se acerquen a la bodega, podrán conocer la zona en un entorno único.
