La bodega vallisoletana emprende un viaje a sus orígenes para compartir la historia de sus vinos del Bierzo. Bodegas Emilio Moro une pasado y futuro en la nueva imagen de sus Godellos, obteniendo como resultado un retrato de la historia del Bierzo.
En el corazón de la Ribera de Duero, en una zona privilegiada de la “Milla de Oro”, se encuentra Bodegas Emilio Moro. Una bodega familiar con más de 100 años de historia que, con dedicación y entrega al mundo del vino, centra sus esfuerzos en crear vinos que respiren su esencia siendo fieles a sus orígenes y apoyándose en la innovación. Máxima que cumplen añada tras añada gracias a su vínculo con la tierra, su conocimiento adquirido fruto dela experiencia y el profundo respeto por todo lo que envuelve al sector.
Bodegas Emilio Moro es en la actualidad el resultado de la pasión de una familia que se entrega en cuerpo y alma al mundo del vino. La tierra siempre ha sido y es su mayor activo, de ella nacen y a ella le deben su historia. Por eso, cada uno de sus vinos transmite el alma del terroir y la más pura esencia de sus dos bodegas ubicadas en las Denominaciones de Origen Ribera del Duero y Bierzo.
Todo arte tiene su origen y los vinos de Emilio Moro, también
Bodegas Emilio Moro quiere rendir homenaje a sus orígenes compartiendo su historia. Para ello, han conseguido parar el tiempo y unir pasado y futuro en perfecta coherencia y armonía, obteniendo como resultado la nueva imagen de sus tres Godellos a través de la honestidad con ellos mismos y con sus orígenes.
Con esta nueva imagen, Polvorete, El Zarzal y La Revelía, representan la gente, la orografía y la identidad del valle berciano. La unión perfecta entre la tradición heredada de sus antepasados y la particularidad del terroir de la zona, trabajado con el máximo respeto a una variedad única, la Godello.
A través de un viaje a la esencia berciana, el equipo de Bodegas Emilio Moro ha descubierto algunas de las huellas que los pobladores de la zona dejaron hace miles de años en forma de pinturas rupestres y que hoy recogen como demostración de su maravilloso paso por esta esta tierra tan especial. Este testimonio, encontrado en las paredes de la Cueva del Moro, situada a pocos kilómetros de la bodega que tienen en el Bierzo, les ha permitido viajar a los orígenes de esta tierra y conocer la singularidad berciana representada en su paisaje, sus viñedos y, por supuesto, en sus vinos.
Bodegas Emilio Moro se ha inspirado en este legado y han extraído algunas de las figuras que nuestros antepasados representaron y que, increíblemente, han sobrevivido al paso del tiempo hasta hoy. Miles de años después, la misma tierra sigue dando frutos y la conexión con aquellas generaciones ancestrales permanece. Una conexión que desde la bodega continúan haciendo de la tierra, el centro del origen de su inspiración, dando lugar a nuevas añadas cargadas de personalidad. La magia de adentrarse en la historia y el arte de enamorarse de los vinos de Bodegas Emilio Moro.
Nueva imagen, nueva añada
Junto a este cambio de imagen, Bodegas Emilio Moro presenta las nuevas añadas de sus Godellos que, manteniendo su esencia, han logrado convertirse en tres vinos de referencia en nuestro país. La familia Moro persigue la perfección de sus vinos y estas nuevas añadas son la prueba de su esfuerzo para lograrlo, contando para su elaboración con uvas de una calidad inmejorable.
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