La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur) y Bodega Bardos (en la imagen, su vino Bardos Villálvaro) lanzan el Proyecto Bardos, iniciativa con la que desde 2021 apoyan a emprendimientos liderados por mujeres en el medio rural español. En esta ocasión el premio es de 6.000 euros para impulsar el proyecto de la emprendedora ganadora. Las candidatas ya pueden presentar sus negocios a través de la web de la lanzadera de emprendimiento rural de Fademur, Ruraltivity, hasta el 15 de diciembre.
Fademur, la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales, y Bardos, bodega ribereña de la Compañía de vinos Vintae, se unen por cuarto año consecutivo para impulsar el emprendimiento femenino en el medio rural con el Proyecto Bardos, que cumple ya su cuarta edición y se consolida como una oportunidad para potenciar los negocios liderados por mujeres en el medio rural. El premio asciende a 6.000 euros y la ganadora se elegirá valorando aspectos como el impacto territorial del proyecto www.bardos.wine en la lucha contra la despoblación, la sostenibilidad, el impacto social, la innovación y la presencia de mujeres en los puestos de decisión y en la plantilla. Las candidaturas pueden presentarse hasta el 15 de diciembre de 2024 a las 23:59 h. a través de la plataforma Ruraltivity de Fademur, donde también se pueden consultar las bases.
Una iniciativa para romper la espiral de la despoblación
“Con iniciativas como el Proyecto Bardos, nuestro objetivo es dar alas a las mujeres para crear en sus pueblos, labrarse un futuro sin salir de ellos y, así, romper la espiral del despoblamiento que asola muchas zonas rurales”, dice Teresa López, presidenta de Fademur. “Si sumamos los habitantes de todos los pueblos de los que se nutren los vinos de Bardos no serían muchos más de 500. Todos los proyectos de Vintae radican en el medio rural, porque las viñas crecen en los pueblos, pero Bodega Bardos se encuentra en una zona con un alto riesgo de despoblación, las provincias de Soria y Burgos”, explica Richi Arambarri, director general de Bardos.
“Por eso queríamos dedicar este proyecto a devolver parte de todo lo que nos da el territorio de lo rural, y hacerlo para dar un impulso a quienes pelean para fijar población y riqueza en los pueblos”, explica Arambarri. “Además, a pesar de su papel fundamental para mantener el viñedo y el patrimonio, en muchas ocasiones las mujeres han sido relegadas a un segundo plano, y con Proyecto Bardos damos un empujón a aquellos emprendimientos en los que ellas están al frente”, asegura.
Uno de los últimos lanzamientos de la bodega de Ribera del Duero ha sido Bardos Selección de Viñedos de Villálvaro, procedente de esta población soriana de apenas 123 habitantes y donde se encuentran algunos de los mejores viñedos en altura de toda la Denominación de Origen, «un vino tan de pueblo como nuestras abuelas».
Otras ediciones
Las dos últimas ediciones han estado protagonizadas por mujeres ganaderas. En la última edición se llevó el premio la turolense Marta Martín Abad con su proyecto Entrecabritos, una ganadería sostenible y ecológica ubicada en Torralba de los Sisones (Teruel). El año anterior la ganadora fue Alicia Fernández con su ganadería autosuficiente Roca de Cabra (Ortigosa de Cameros, La Rioja). Del total de 70 proyectos presentados en la última edición, la de 2024, treinta y dos tienen al frente a mujeres menores de 40 años y treinta y ocho se enmarcan en más de un sector, lo que refleja la lucha de las emprendedoras jóvenes por el medio rural y su apuesta por la diversificación. Estas dos tendencias son clave para la dinamización de los pueblos y para la lucha contra la despoblación. Destaca la gran participación de proyectos ubicados en municipios de menos de 5.000 habitantes, cincuenta y uno.
La mayoría de ellos cuentan con un gran impacto social, generando empleo de forma directa. A su vez, son proyectos innovadores, liderados por mujeres. La agricultura y la ganadería son protagonistas, pero también abundan los proyectos turísticos, de servicios o de cosmética. Si algo define a prácticamente todos los proyectos que se han presentado durante las tres ediciones es que sus productos son artesanales, de calidad, en su mayoría ecológicos, sostenibles, “creados con mimo, con las manos y la creatividad de estas emprendedoras”, explican desde la bodega.